Lo bueno de seguirle el rastro a las sensaciones es que se aprecian cada día con más claridad. Dentro de la cuestión del sexo, un día me hice estas preguntas:
¿Por qué los hombres sentimos algo parecido a la vergüenza y las mujeres aprecian una cierta repulsión o asco por el Lingam?
¿Ése es realmente nuestros instinto natural?
¿Podemos hacer algo para manejar este término dentro de un contexto sano?
Para ilustrar esta cuestión dejamos aquí unas imágenes de la tradición hindú.
Kali, Mahakali, Kali Ma, Durga, Ambika, Makara, la Diosa de los 1001 nombres.
Kali, la Diosa que se desdobló en 10 para «ponerle las pilas» a Shiva.
Chinnamasta, una de las manifestaciones de Kali.
Está claro que la tradición hindú no se hacía tantas preguntas como yo me hice aquel día. Hoy, en el día 24 del mes de Kamala, veo con claridad que nuestras sensaciones relacionadas con el sexo nos dan mucha información, en particular ésta en la que se aprecia la represión sexual de nuestra forma de vida «civilizada», que interviene en todo lo que somos y, por supuesto, el sexo no se queda fuera.
Si miramos al pasado y vemos cómo la religiones abrahámicas han aplastado al sexo, no nos extraña nada pensar que son ellas las que han modelado un mundo «a su imagen y semejanza», es decir, castrado.
Para terminar, solamente quiero manifestar mi más sentido desprecio por todos aquellos que se atreven a ir en contra de la belleza de la vida.
JM