La endopsique tienen un uso fantástico. Es portadora de un gran abanico de clichés para que, según el lugar donde vivamos, tengamos una respuesta instantánea a una situación concreta. Es simplemente una gran base de datos instalada dentro de nosotros, en el interior de nuestra mente. Cuando hablo de mente no solo estoy pensado en el cerebro. Nuestro corazón es mente, mi mano cuando dibuja o escribe es mente, recuerda lo que hace.
Vamos, la endopsique es un recurso fundamental para sobrevivir en un entorno natural al que nos hemos adaptado durante milenios y que nos facilita los aconteceres. Yo diría que las costumbres adaptadas a un medio natural son un placer, una experiencia-cumbre en cada milisegundo, y es la endopsique la encargada de monitorizarlas.
Pues bien, en estos momentos tan críticos de la existencia de la especie humana, que los hindúes llaman el final del Kali Yuga, la endopsique no es que esté para tirar cohetes. Ha sido intoxicada hasta tal punto que las posibilidades de recuperar el entorno disminuyen paulatinamente, aquél que nos sostuvo durante millones de años.
Anoche, mientras acompañaba a mi hija mayor a dormir, con el uso de la transpersonalidad particular de este mes, pude darme cuenta de que el cliché que uso de padre está muy dañado, que es necesario darle un nuevo contenido. Esto me vino cuando entendí que el intento es una experiencia vacía de endopsique. Y me vino esta sintaxis: «La Belleza del Intento de vivir». Sentí que situarme desde el intento es muy placentero, desaloja la exigencia del cliché de padre instalado en mi psique, ése que creo que elijo.
Si experimentamos la maestría del intento, como la llama Carlos Castaneda, si somos capaces de vivir la vida como un mero intento en cada instante, la vida siendo lo que sucede, nos liberamos de la perjudicial y maltrecha endopsique actual. Si somos capaces de poner en ella aquello que es válido, que nos viene bien, seguramente podamos usarla como ya lo hicimos hace mucho tiempo. Nosotros apostamos por redescubrir y experimentar una ética gaiana y una forma de actuar bajo sus parámetros. (*)
Mi hija ha venido diciendo que por qué no pongo algo kawaii en la web. Pues aquí está para seguir jugando con la magia el intento y que valga para lo que valga, para lo que esté destinado.
JM
(*) Enlazo aquí la serie de entrevistas que JLL ofrece sobre la Ética gaiana y la Acción ritual.