Una mirada desde la muerte

¡Qué belleza desprende la vida cuando se la mira desde la muerte!

De vez en cuando, sobre todo en algunos momentos en los que me veo confrontando mi mirar, mi punto de vista, me sorprende el recurso de alejarme de ahí hasta el punto de imaginarme que estoy muerto. A continuación miro lo que sucede delante de mí desde la posición de no presencia y me doy cuenta de que la vida es bonita en mi ausencia, ¡es como es!, Tantra: la vida entretejiéndose delante de la mirada.

Y desde ese «otro» sitio, mirando como sucede la vida, surge un sentido de mí-mismo emergente (1) muy agradable, que me conecta con una sensación de tranquilidad, deshaciendo esa responsabilidad insidiosa que me atrapa en esos momentos de confrontación. Me doy cuenta de la completa irrelevancia de mi comportamiento enredado y me ofrece un acceso ligero al disfrute del momento anterior. Puedo elegir qué tipo de intervención deseo, aquél que me provea un mayor grado de libertad y disfrute.

Abajo dejo una imagen de esta mirada, ¡quizás sea ésta la mirada que necesitamos para no enredarnos en aquello innecesario! ¡Quizás sea la muerte la que guía los primeros alientos de la vida!

La luz de tu mirada

(1) Sentido de sí-mismo emergente: término acuñado por Daniel N. Stern que hace referencia al primer «estadio» (de 0 a 2 meses) en el que el bebé se relaciona con el entorno.

Dedicado a mi amigo Mateo que ha fallecido hoy.

JM