¿De cara o de espalda?

Éste es un título sugerente para la actividad principal entre dos animales humanos de distinto sexo, aunque también podría serlo para el mismo sexo. ?

Lokman Lam a
Dibujo de Lokman Lam

Aditya Ikranegara a
D. de Aditya Ikranegara

En la actualidad, en estos momentos donde parece que vivimos en un lugar tranquilo donde aparentemente no existen peligros que atenten contra nuestro buen vivir, nos encontramos en muchas situaciones en las que necesitamos de otro animal humano que nos cubra las espaldas. Es necesario saber que contamos con alguien que nos proteja en algunas situaciones, que realmente son más de las que parecen.

Por otro lado, necesitamos estar cara a cara, con toda nuestra atención bien afinada, para que la comunicación entre esos mismos animales humanos sea fructífera. Necesitamos dejar de lado todos esos cacharros tecnológicos que se usan con un dedo, y que yo lo utilizaría para otro uso menos intelectual, y mirarnos cara a cara, en el reconocimiento de las miradas, para la construcción de la realidad.

Hasta aquí no importa el sexo del animal humano con el que te juegas muchos aspectos de la vida que te hacen vivir mejor, más adaptado al entorno natural y con menos complicaciones que vienen con el modernismo que tanto nos deslumbra y que tan bien nos imponen sin que seamos conscientes del daño que nos hace.

Sin embargo, cuando te encuentras con un animal humano del otro sexo surgen nuevas sinergias que, aplicadas a este caso, dan acceso a un nuevo tipo de sensaciones que nos conectan directamente con lo sobrenatural. El reconocimiento mutuo entre dos personas de distinto sexo es el principio de un tipo de magia que se despliega por lo ordinario, es la aplicación de lo sobrenatural a lo ordinario; lo desconocido viene a visitarnos y nos acompaña en el desarrollo óptimo de nuestras cuestiones cotidianas.

JM TK

Marci Mcdonald s
Dibujo de Marci Mcdonald