Bhairavi

Historial

  • Del 7 de agosto al 5 de septiembre de 2013
  • Del 27 de julio al 25 de agosto de 2014
  • Del 3 de agosto al 1 de septiembre de 2016
  • Del 24 de julio al 21 de agosto y del 22 de agosto al 20 de septiembre de 2107 (el segundo turno compartido con Shodashi).
  • Del 12 de agosto al 9 de septiembre de 2018
  • Del 2 al 30 de agosto de 2019

Histórico


Esta página consta de dos ensayos y una NB

LEÓN :: Bhairavi

“La Feroz que señala al Heroísmo”

asistida por Dhumavati, “La Bruja Viuda”

22 de julio, fina luna del atardecer en el LEÓN con Saturno – 20 de agosto, luna nueva no observable en 148º ECL, en conjunción con Regulus, la estrella principal del LEÓN.

Con bastante retraso, estoy posteando el comentario sobre el turno bien entrado el mes –el día 25, accediendo a la fase de finalización (los últimos cinco días de cualquier ciclo)–. En las tres semanas anteriores no he podido hacer una lectura de la instrucción de esta devata. Ésta es la primera vez desde que comencé a seguir estos ciclos hace como un año que no he tenido impresiones claras y precisas para informar. Esto mismo les ha ocurrido a aquellos que están siguiendo el turno conmigo: informan sobre ciertos estados de ánimo y preocupaciones, pero ninguna percepción definitiva que pudiera pasar por instrucción.

Así que, ¿qué está pasando? Solo puedo ofrecer unas cuantas suposiciones suscitadas. Pero primero una mirada a los rasgos y temas centrales de la Mahavidya supervisora.

Bhairavi1

Bhairavi es a veces representada como una bruja de tipo dakini en el vertedero de cadáveres, mostrando el vínculo cercano entre las devatas hindúes y las khandromas tibetanas derivadas de ellas.

Mujer guerrera

Bhairavi significa “terrible, feroz, atroz”. Pensad en una madre leona furiosa. Todas las Mahavidyas exponen una emoción extrema, al límite, que se ajusta al estilo kaliesco de lo extremo, el exceso, la extravagancia. Bhairavi personifica la ira divina en su forma más brutal y explícita. Está asociada con las seis pasiones primarias: “lujuria sexual, avaricia, engaño, intoxicación, celos, ira” (Kinsley). Ella acentúa y favorece el aspecto femenino de la fuerza divina: “No es una consorte sino que es independiente de los dioses [masculinos] y los trasciende” (ibídem). Una vez más, vemos el fuerte comportamiento exclusivamente femenino del Shakti Cluster.

Su cualidad feroz muestra “el poder de la destrucción, incluyendo las tendencias autodestructivas y las emociones egoístas” (ibídem). Puedo atestiguar el sentimiento de una dosis fuerte de este tipo de emoción desde que comenzó el ciclo, pero sin un sentido palpable de orientación o percepción.

Bhairavi2

Típico Kitsch hindú: Bhairavi representada como Durga, “Ella la que vence a los demonios” con un león.

Una forma variante de Bhairavi es Kameshvari, que significa “señora (ishvari) del deseo (kama)”. En este aspecto, Bhairavi “encarna el deseo sexual y la atracción mutua de los sexos” (ibídem). De nuevo, puedo atestiguar una obsesión excesiva, casi mórbida con estos temas demasiado fuerte al comienzo de este turno, pero de nuevo sin una sola prueba o percepción útil de cómo manejarlos.

Frawley dice que la ira de Bhairavi “está dirigida a las impurezas que existen dentro de nosotros, así como a las fuerzas negativas que pueden intentar interferir en nuestro crecimiento espiritual”. Puesto que Bhairavi está asociada con el calor y la radiación, su ira podría ser comparada a una fiebre que quema las toxinas de nuestro sistema. Tenemos toxinas mentales y emocionales en nuestra psique, comparables a las toxinas que hay en el cuerpo físico. ¿Sentir asco por tus pasiones o agobio por el efecto nefario de tus estados emocionales es típico de un tipo de “efecto de desintoxicación” con Bhairavi? No lo sé. Es la primera vez que he experimentado este ciclo de una manera consciente con la intención de detectar y registrar las impresiones que surgen en torno a la instrucción.

Otra forma de Bhairavi es Chandi, la forma más feroz de la Diosa aparte de la misma KaliMa. Chandi es una devata destructora de demonios alabada en el Devi Mahatmya, un largo poema dedicado a Kali. Frawley dice que ella elimina las oposiciones a los cuatro fines de la vida: placer, riqueza, reconocimiento y liberación. Yo tenía dificultades con esta lista, especialmente por el tercer término, reconocimiento (sánscrito dharma, que significa lo que arrastras hacia ti, lo que te sigue, operando en el poder de la atracción). A lo largo de este turno he tenido un sentimiento devastador de vivir sin reconocimiento, sin ser visto ni valorado por quien y lo que soy.

Autorreconocimiento

El 8 de agosto cae durante el turno de Bhairavi este año, como ocurrió en 2008. El 8 de agosto, hace un año, una mujer bajó de un tren en Ronda, España, y caminó al centro de mi vida. Conocerla fue la experiencia más profunda de reconocimiento que nunca he tenido. Últimamente, revisando ese momento bajo el mismo turno dakini, me desespero por volver a experimentar algo como eso.

Como un dualista (Mayavadin), acepto la polaridad como la dinámica base del universo, evidente en el reino de las galaxias, en los asuntos humanos y la polaridad de género, y en la zona microscópica de la mitosis y la meiosis, las dobles hélices, la quiralidad y la paridad. “Hacen falta dos para conocer a uno”. El universo no es esencialmente dual sino que cuando se manifiesta se hace así. Según yo lo entiendo, sea o no verdad, el amor surge con la dualidad para que las cosas separadas puedan encontrarse a sí mismas. El amor como una fuerza de descubrimiento es emergente con la división del cosmos en dos aspectos, esto y aquello, testigo y acontecimiento, etc.

De lo que se trata aquí es que cuando surge la posibilidad de separación en el cosmos, surge también la fuerza que permite que las partes separadas se encuentren la una a la otra. Así es como funciona el reconocimiento en todos los reinos de la naturaleza, así como en la realidad humana. Considerada bajo este punto de vista, la atracción gravitatoria entre los planetas es una forma de reconocimiento. La estrella de mar y la roca a la que se adhiere tienen reconocimiento. Las abejas que navegan por el ángulo del rayo solar lo hacen por el reconocimiento, pero el rayo solar y, por extensión, el sol también reconocen a las abejas. El lince que busca solo ciertos animales para comer reconoce a su presa y viceversa. Lo mismo ocurre con los seres humanos, los amantes y las víctimas.

Algunos lectores sabrán que el reconocimiento –sánscrito pratyabhijna (PRAT-ya-BIG-na)– es el concepto informador supremo del Shivaísmo Kashmiri, una trayectoria asiática que está en paralelo con el Tantra Planetario. Pratyabhijna termina con la raíz -jna, como jnama, “conocimiento espiritual”, gnosis. La Pratyabhijna es la gnosis del autorreconocimiento, la forma superior de conocimiento de la naturaleza de la consciencia.

Los maestros del Shivaísmo Kashmiri como Abhinavagupta (siglo X d. C.) enseñaban que el mundo que experimentamos es posible porque el sustrato de la conciencia pura llena de gozo se vela a sí misma para generar una aparición diádica que se refleja hacia el interior de ella misma. Fabuloso, pero ¿qué ocurre cuando el testigo original no se reconoce a sí mismo en este juego de reflejo o juego de reflexión? Comienza un proceso interminable de autobúsqueda… El autovelo es la oportunidad que aparentemente tiene el Ser para perder el sentido infinito de sí mismo y todavía, mejor todavía, ofrecer la oportunidad perpetua de recuperarse a sí mismo en cada momento finito, aquí y ahora. Siempre que el Ser-testigo primario o conciencia base se reconoce a sí misma, sus formas reflejadas se “liberan” al instante. En el Shivaísmo Kashmiri, el autorreconocimiento es la comprensión mística más elevada que puede ser conseguida.

En mi opinión, esta descripción de la consecución de la conciencia cósmica es convincente y elegante en términos sencillos. Pero hay algo que añadir a esta fórmula exquisita. En el Momento Ronda, descubrí que el sustrato de la conciencia sin límites llena de gozo, que produce mundos manifestados, está ansioso de su propia belleza. Se perfecciona a sí misma ansiando su propia reflexión exquisita. De esta manera lo que es no dual viene a compartir lo que está dualmente en la apariencia de la relación en la vida real. En aquel momento en Ronda entendí que la conciencia base anhela contemplar su ser reflejado con una intensidad adictiva que se modula a través de él, infundiéndolo con tonalidades de gozo como el incesante repique variado de un masivo coro de campanas. En la masiva erupción de gozo que surge a través de la emoción humana, el placer y el dolor son meramente variaciones tonales. Esto no justifica ni exime que una persona ocasione dolor a otra. No, nunca. Lo que afirma es que cualquier dolor que se siente se disuelve inmanentemente en la tonalidad dichosa del Ser que ansía su propio reconocimiento. Esa fue mi comprensión corporal total en el Momento Ronda.

La comprensión principal del Kálika añade un giro al Shivaísmo Kashmiri afirmando que la dinámica de la adicción es inherente al sustrato primario de la conciencia: el ser no dual es adicto a ansiar su propia belleza que se revela a través del reflejo y el reconocimiento. Si esto es así, el amor podría ser definido como una respuesta cósmica al Ser que ansía su propia belleza. El amor conlleva el poder del reconocimiento que básicamente satisface la necesidad de ser visto, reflejado, correspondido.

Desesperación sexual

Ahora mismo, no podría sentir más allá de la belleza y la inmersión de aquellos magníficos momentos del año pasado si estuviera en un planeta extraterrestre. Desde el principio, el estado de ánimo del turno de Bhairavi ha sido de desolación y desesperación. El sentimiento de carecer de reconocimiento ha sido casi insoportable. Junto con el sentimiento de desolación, surgen emociones violentas. Un amigo a distancia que está siguiendo los shaktis lunares comunicó estas impresiones:

Han sido emociones fuertes y difíciles en primera línea: rabia, ansia, desánimo, impotencia.

Empecé el turno con estados de ánimo pertenecientes al lado positivo del espectro, ligeramente opuestos a lo que esperaba de los gustos de Bhairavi, ¿un tipo de solapamiento de Vajrayogini? Aunque observé la fina luna del atardecer bastante temprano, el día 2. Pero desde el día 12, las cosas han oscilado salvajemente con contradicciones de un día para otro. Aparecían exuberantes imágenes de serpientes, tiburones y otros depredadores allá donde miraba. Las malas hierbas consumían los jardines. Noticias particularmente espantosas. Las ansias e inseguridades de mi ego tuvieron unos días bastante lamentables, muy embarrados.

D. 16. La cita de mi libro-diario de Rumi era: “Ruge, león del corazón, y desgárrame”. Exactamente.

D. 19. Estado de indecisión horrible, inhóspito.

D. 20. Comencé bien, pero luego aparece la inseguridad y el ansia excitante de conexión.

D. 21. Me siento centrado. Pero entristecido por la noticia de un hombre que entró en una clase de aerobic y abrió fuego contra un grupo de mujeres, luego se mató… ¿un tipo de yihad privado contra las mujeres que, de hecho, él deseó pero encuentra inalcanzables? Reflexioné sobre las raíces de esta extrema manifestación de desviación de Gaia, cómo existe en mi propia psique, y cómo acecha muy posiblemente en la psique masculina en general.

D. 22. Sentimiento de estar atrapado en un callejón sin salida. Las ilusiones arcónticas me aprietan como un torno, lucho para ver a través de él.

D. 23. Poderoso miedo al abandono, a no ser visto. La cuestión de las fronteras con las mujeres levanta su lado feo. Por otro lado, deseo disolver todas las fronteras hacia la unidad.

Estas impresiones coinciden bastante con las mías, especialmente la rabia y la desesperación por el asunto de la sexualidad, que no proporciona una felicidad reflejada o de reciprocidad. Kinsley y otros hacen hincapié en el fuerte acento sexual de Bhairavi cuya rojez leonina-solar está asociada con el deseo feroz, insaciable. Figuras paralelas a ella son la diosa egipcia con cabeza de león, Sekmet, y la dakini tibetana Simhamukha que impartía iniciaciones sexuales a Padmasambhaba. El año pasado, con el beneficio del reconocimiento, por no mencionar el experimento sublime de yoga consorte con mi Shakti, pude experimentar muchos aspectos positivos y maravillosos de esta devata. Este año, sin reconocimiento ni yoga consorte, ningún testigo íntimo junto a mí, me encuentro a mí mismo en el punto más bajo de la misma experiencia.

Para colmo, el estado de ánimo deprimente de este turno parece complicarse con la presencia de otra Mahavidya, Dhumavati.

Dhumavati1

La séptima Mahavidya es la humeante, la sabiduría Dhumavati. Es alta y lúgubre, pálida, inquieta y descuidada. Su pelo está enredado, sus pechos caídos y sus dientes se le han caído. Tiene una nariz grande, su cuerpo y sus ojos están torcidos. Horrible y peleona, constantemente se siente torturada por el hambre y la sed. Y así es la que genera ese estado emocional en el que los individuos olvidan su origen, pierden el contacto con su fuente y sufren continuamente las agonías del deseo insatisfecho y la esperanza derrotada. Éste es fondo, el punto más bajo de la creación.

Philip Rawson, The Art of Tantra

La viuda

En el resumen inicial de los shaktis lunares el pasado octubre, había vinculado a Dhumavati con Vajrayogini, pero fue una conjetura poco precisa. Resultó que no encajaba con el turno de Vajrayogini. Cuando se aproximaba el turno de Bhairavi corregí esa correlación provisional. Algo me decía que Dhumavati era un comodín, una “errante”. Los estudios confirman esta intuición de que ella no encajaba en el tiempo de los shaktis lunares: “Ella es la atemporal que nunca entra realmente en el proceso del tiempo” (Frawley). Dhumavati, “en la forma del humo en movimiento está siempre moviéndose, nunca quieta, vaga por el mundo, sin permanecer nunca en un lugar más de unos cuantos días” (Kinsley). Aunque todas las emanaciones de Kali se refieren al tiempo, Dhumavati no encaja en ningún esquema de tiempo secuencial, de ahí que no hay una constelación para ella. Aún así, se la asocia con Durga que monta en un león, sugiriendo así una conexión con Bhairavi cuya localización es la constelación del LEÓN.

Dhumavati significa “voz del humo”. Está representada como una vieja bruja montada en un burro o sentada en una carreta pesada. Sus tótemes son el cuervo y la escoba, el mecanismo de bruja del Viejo Mundo. De todas las Mahavidyas, es la menos atractiva y más desagradable. Contrariamente a la tendencia desiderista o de concesión de deseos de las otras devatas, ella representa la repugnancia por el mundo, el rechazo social, la derrota, la irascibilidad. Ella es la forastera del grupo, la errante. Ella no interviene en el turno doble con Bhairavi, como ocurre con Bhuvaneshvari y Tara. Puede aparecer en cualquier momento del año, pero puede elegir hacer un gesto peculiar o de revelación durante el turno de Bhairavi. Así es, al menos, como yo entiendo su presencia hasta la fecha.

Frawley pone énfasis en que Dhumavati, a quien él llama “El Espíritu de la Abuela”, representa “el principio femenino desprovisto del principio masculino”, una acentuación unida también a Bhairavi. Ella encarna “la sabiduría del olvido”, el poder del Vacío, la cortina de humo y las cenizas. En una idea brillante, Frawley dice que el humo es una pantalla lanzada sobre el ser aparente, para que no suframos la muerte y la indignidad de lo que no es verdad para nuestra existencia. Reflexionad sobre eso, amigos.

Como aquellos que están ahora siguiendo los shaktis lunares, yo tenía una curiosidad extrema por cómo Dhumavati se manifestaría, donde surgiría la errante. De alguna manera en conexión con el heroísmo de Bhairavi, la Viuda llegaría a verse. Pero, ¿cómo y cuándo?

La tercera tarde del turno, estaba en una pizzería en el pueblo con mi compañera Sabina y una amiga de allí, Nina. De repente, Nina nos contó una anécdota extraña. Su tío había fallecido hacía poco y, de manera inesperada, víctima de un virus hospitalario cuando fue para una operación de rutina. La mujer del tío, su viuda, decidió regresar al lugar donde habían vivido con sus cenizas y conmemorar su vida juntos. Dos semanas después de que llegara allí, ella también murió inesperadamente –el día 1 del turno de Bhairavi–. Nina, espontáneamente nos contó esta historia, sin saber nada en absoluto de la conexión con Dhumavati.

Honestidad heroica

¿Qué hacemos con todo esto? Este turno hace que todo parezca un poco lúgubre. Como si la presencia de la Viuda fuera dominante. ¿Dónde está el corazón de fuego de Bhairavi? Hasta ahora, todavía tengo que obtener un impacto positivo de esta devata. La única pizca de instrucción que recibí fue en los días iniciales del ciclo. Parecía que se formulaba algo como esto. En el pasado, la guerra era el escenario del heroísmo, porque el conflicto entre los seres humanos necesita tomar una posición fuerte, una postura de guerrero, pero hoy se necesita una actitud heroica solo para enfrentarnos a la condición humana, para adoptar una posición en como están las cosas en las relaciones humanas.

Ahora, entrando en los últimos cinco días del turno, descubro que no puedo añadir nada de sustancia a este desalentador comentario. Solo puedo concluir que puede ser imposible enfrentarse uno solo a ciertos aspectos de la condición humana. He sugerido usar el sistema de amigos tántrico para hacer el Voto gaiano. Lo que es cierto para el Tantra Planetario puede ser cierto para la vida en general: algunos asuntos se pueden confrontar y resolver mejor por dos personas juntas. Nadie solo, quizás, puede gestionar la brecha entre los sexos o el desequilibrio de las energías sexuales que marca al mundo hoy. El exceso de exposición sexual vulgar en los medios de comunicación y los estilos de vida modernos, que juega en contra de la frustración cada vez más profunda con respecto a la intimidad genuina y honesta, es ciertamente horrible. Enfrentarse a ello solo es casi insoportable.

Como la personificación de los “deseos insatisfechos”, se ha considerado que Dhumavati representa ese aspecto de la espiritualidad que rechaza al mundo y renuncia a sus placeres. Ella “es capaz de inculcar la indiferencia hacia el mundo porque ella revela de una manera tan absoluta los aspectos negativos de la vida”. Kinsley (aquí citado) considera que Dhumavati conduce a la indiferencia hacia las categorías del bien y el mal, lo agradable y lo desagradable, lo deseable y lo indeseable. Una lección dura, no importa cómo se mire… Esto no es lo que yo concluiría del Momento Ronda en el que aprendí que el dolor y el placer son solo intensidades equivalentes, tonalidades polarizadas de la felicidad, pero está bastante cerca de ello. De nuevo, debo poner énfasis en que esta opinión no justifica ni disculpa la imposición de dolor. Meramente declara cómo se siente el dolor impuesto.

En una conversación con mi íntima amiga Ria, que ha estado siguiendo los shaktis lunares durante algunos meses, me di cuenta de que el turno de Bhairavi puede ser único en presentar la instrucción mediante los estados emocionales, intensidades, sentimientos extremos, más que de un modo cognitivo. Parece como si hubiéramos sido sumergidos en estas energías emocionales para la pura experiencia de pasar por ellas y abordarlas poderosamente. Si es este el caso, bien, pero el resultado de tal ejercicio inútil todavía queda por ser revelado.

Quedan cuatro días para la conclusión de este turno. Quizás surja alguna instrucción de última hora. Por ahora todo lo que puedo encontrar de carácter positivo en este turno es la determinación hacia la honestidad respecto al no reconocimiento, la alienación social, el distanciamiento entre los sexos y los deseos insatisfechos. En The Hero – Manhood and Power, observé que el valor moral básico de la religión salvacionista es la culpa, el sentimiento de culpabilidad, mientras que el valor moral básico del Paganismo era el honor. El honor y la honestidad vienen de la misma raíz. Son virtudes heroicas. Cuando no te sientes reconocido, tienes que honrarte a ti mismo –cosa que no tiene nada que ver con la arrogancia y el orgullo–. Incluso sin el reflejo en los demás, cada uno de nosotros puede honrar su propia experiencia, mirando los aspectos positivos y negativos con igual respeto. Quizás esta es la ecuanimidad a la que somos conducidos durante el turno de Bhairavi con Dhumavati al acecho en los márgenes.

Addendum de última hora: Un lector de la web que sigue los ciclos de instrucción dakini me ha enviado estos comentarios sobre las impresiones positivas de este ciclo:

Primero, sobre Dhumavati: mirando a su descripción, pensé que ella ha estado siempre conmigo, la mayor parte de mi vida. Todavía soy un estudiante de universidad, mi familia es bastante pobre (un poco por encima del límite más bajo) y, por temas financieros, tuve muchos, muchos deseos insatisfechos, como no poder comprarme muchas cosas que antes deseaba. Esto creó en mi vida una actitud de indiferencia hacia las riquezas mundanas, un desapego de las posesiones materiales. Aún así, nunca renuncié ni desprecié el deseo. Llegando a ello, Dhumavati también se mantuvo cerca en cuestión de sexualidad. De hecho, gran parte de mi desesperación y depresión fue por esta razón durante años.

Expliqué todo esto para demostrar que conocía bien a Dhumavati, así que no existió una diferencia real para mí que atribuirle a ella durante el turno.

Llegando a Bhairavi: ahora ésta es la parte interesante. A diferencia de los informes de sentimientos en tu artículo, probablemente éste fue mi mejor mes del año pasado o quizás de más años. Tu formulación “En el pasado, la guerra era el escenario para el heroísmo, porque el conflicto entre los seres humanos necesita que se tome una posición fuerte, una postura de guerrero, pero hoy se necesita una actitud heroica solo para afrontar la condición humana”, es justo lo que necesitaba. Me enfrenté a mi propia condición con una postura de guerrero, quizás no perfecta, pero drásticamente diferente al resto de mi vida.

Durante uno de los últimos días del turno de Vajrayogini (20 de julio) comencé a ir al médico para hacer una dieta y acupuntura. No me gustaba mi cuerpo, pero tampoco hacía nada por estar en forma. Mientras conquistaba mi pereza corporal poco a poco (esa semana, en el turno de Bhairavi, caminando un poco todos los días, luego, un poco más), también comencé a recuperarme de mi pereza mental: mi depresión parecía haber parado (que duraba ya años con pausas), empecé de nuevo a trabajar con mis facultades mentales (para conseguir concentración, juicios claros, etc…). Ahora me estoy poniendo en forma corporal y mentalmente, también emocionalmente. Me siento más fortalecido para afrontar mi propia condición y la condición humana en general.

Estos parecen más los aspectos positivos de Bhairavi en la vida. De vez en cuando, siento abandono, soledad y desesperanza, pero esos sentimientos son como chispas en el campo de fuego en crecimiento del sentimiento de fortalecimiento.

Quizás es también una conexión significativa que soy un Leo (según la astrología tropical y sideral), me siento conectado con el arquetipo de Leo y el León. Esto también pudo ayudarme a tomar la energía de Bhairavi más positiva que negativamente.

Espero que obtengas más durante la finalización del turno. Todavía no soy capaz de reconocer más mensajes cognitivos de los shaktis y tengo muchas ganas de ver tu futuro trabajo.

Estas observaciones son muy útiles para establecer el gran desafío de este turno desde una perspectiva más inclusiva, acertada.

jll: 16 de agosto de 2009, Andalucía.


Bhairavi

La Feroz

Tantric Visions of the Divine Feminine de David Kinsley

Tiene una tez luminosa como miles de soles nacientes. Lleva ropas rojas de seda y una guirnalda de cabezas cortadas. Sus pechos están untados con sangre. Tiene cuatro brazos: en dos de sus manos sostiene un rosario y un libro, y con sus otras dos manos hace gestos de confianza y de conferir bendiciones. Tiene tres ojos que parecen grandes lotos. En su frente hay una media luna y sobre su cabeza una corona enjoyada. Sonríe.

Ella es brillante como el sol naciente y lleva un emblema de la luna en su cabeza. Tiene tres ojos y se ve bella con sus variados ornamentos. Ella es la destructora de los enemigos. Lleva una guirnalda de cabezas recién cortadas que todavía vomitan sangre. Lleva ropa roja. Tiene diez manos y lleva un tridente, un pequeño tambor, una espada, un palo, un arco, flechas, una soga, un acicate, un libro y un rosario. Está sentada sobre un trono de un cadáver.

Bhairavi 1 - TVDF

Un himno en alabanza a Bhairavi

No he sido capaz de encontrar ningún mito sobre el origen de Bhairavi, cosa sorprendente teniendo en cuenta su amplia popularidad en Nepal. Como una forma de presentar su naturaleza polifacética, por tanto, puede ser útil citar un himno relativamente temprano en su alabanza del Sarada-tilaka (este texto del siglo IX d.C. está atribuido a Laksmana Desikendra, el gurú del filósofo Kashmir Abhinavagupta).

“Eres tan sutil que los dioses no te pueden describir. Eres la fuente del mundo y no tienes principio. Tienes tres ojos, un bello rostro y cuatro manos en las que tienes un libro y un rosario con el que haces señas de seguridad y conceder favores. Eres la fuente del habla, de todo lo que está lleno de gracia, la fuente del universo mismo. Llevas a la luna como un emblema en tu pelo y tienes una tez blanca como la luna de otoño. Llevas una vasija de amrta (el néctar de la inmortalidad) y haces el gesto de la exposición/enseñanza. Cuando Shiva y Vishnu son adorados, tú estás allí para también ser adorada. Tú también eres Brahma cuando el habla lo permite. Eres la naturaleza de la conciencia; controlas el aire vital y otorgando poderes yóguicos, vences a los siete tipos de pasiones: la lujuria sexual, la avaricia, el engaño, la intoxicación, los celos y la rabia.  Shiva, habiendo obtenido la mitad de tu cuerpo [en su forma de medio hombre-medio mujer], fue entonces empoderado para crear el mundo. El mundo no puede ser creado sin ti. Después de adorarte, a las esposas de los siddhas [seres celestiales] se les ponen los ojos rojos por beber demasiado vino. Cantan tus nombres con los kinnaras [seres celestiales]. Te adoramos como la serpiente enrollada (kundalini) va a la ciudad de Shiva después de pasar el susumna nadi, haciendo que todos los lotos florezcan [una alusión al despertar y la subida del kundalini, representando a la conciencia]. Te adoramos a ti que estás bañada con el flujo del néctar. Eres la fuente de todos los Vedas; tu forma es la conciencia misma. Tú eres la creadora del mundo en la forma del sonido y el significado. Mantienes el mundo a través de tu poder como el sol y disuelves al mundo en tu forma como el fuego. Narayani, Gauri y Saravasti son también tus nombres.

Este himno pone énfasis en el aspecto cósmico de Bhairavi, no en su naturaleza aterradora (que se menciona en textos posteriores y se sugiere en su propio nombre, “la feroz”), ni en su papel como consorte de Bhairava (una forma feroz de Shiva que también se implica en su nombre). El himno principalmente describe a Bhairavi en una posición de preeminencia cósmica: como supervisando o dando poder a las tres deidades masculinas que generalmente se asocian con la creación, el mantenimiento y la destrucción, o como asumiendo estos roles ella misma. Ella no es una consorte sino que es independiente de los dioses y los trasciende. Éste es un acento común a muchos textos e himnos a la diosa, especialmente aquellos que conciernen a las Mahavidyas.

El himno también hace hincapié en su belleza y poder para producir excitación erótica. Los seres celestiales están embriagados por adorarla, y su rostro y forma se describen como bellos. Por otro lado, se dice que controla la pasión así como la despierta. A través del yoga, otorga el poder de vencer las pasiones mundanas. También se le asigna el papel de reveladora y maestra. Ella crea los Vedas, la fuente de todo conocimiento y sabiduría; se la muestra haciendo el gesto de enseñar y se dice que lleva un libro.

El himno también identifica a Bhairavi con el kundalini shakti y, de ese modo, con el poder inherente a la conciencia despierta que se cultiva en el sadhana tántrico (práctica espiritual). A este respecto, se afirma que ella existe en el interior, como el poder espiritual inherente que puede ser despertado en un individuo mediante la meditación u otras técnicas o rituales espirituales. Este aspecto de Bhairavi complementa a su aspecto cósmico, trascendental, otorgándole una presencia intensamente inmanente.

La Diosa de la destrucción

Al final del himno del Sarada-tilaka, escuchamos sobre el aspecto destructivo de Bhairavi: al final del ciclo cósmico, en su forma de fuego, ella disuelve al mundo. Como el fuego del final del universo, ella se parece a Shiva en su forma de destructor. Su naturaleza destructiva, sin embargo, es un tema muy menor en el himno del Sarada-tilaka. Algunas interpretaciones recientes, no obstante, se centran en el nombre de Bhairavi, “la feroz”, en su asociación con las formas feroces de Shiva y en su aspecto, a menudo, feroz.

Un erudito interpreta a Bhairavi como la versión femenina de Shiva en su forma destructiva como kala-bhairava, en la que él castiga a la gente viva y muerta. Él señala que kala-bhairava está íntimamente asociado con Yama, el señor de la muerte, que vive en el sur y dice que esta es la razón por la que Shiva también es conocido como Daksinamurti, “cuya forma mira al sur”. El consorte de kala-bhairava, dice, es Tripura-bhairavi, que está constantemente ocupada con destruir los tres mundos; de ahí su nombre, “ella que es feroz en los tres mundos”. La creación y la destrucción son dos aspectos esenciales del universo, que está constantemente sujeto a sus ritmos alternos. Ambos son igualmente dominantes en el mundo y, de hecho, dependen el uno del otro de una manera simbiótica. Bhairavi personifica el principio de la destrucción. Tripura-bhairavi surge o se hace presente cuando el cuerpo se deteriora y se descompone, una fuerza que es natural, inevitable e irresistible. Ella se hace evidente en los hábitos autodestructivos como comer comida tamásica (comida con una cualidad asociada con la ignorancia y la lujuria) y beber bebidas alcohólicas que desgastan el cuerpo y la mente. Ella está presente, dice él, en la pérdida de semen, que debilita a los hombres. La ira, los celos y otras emociones y acciones egoístas refuerzan la presencia de Bhairavi en el mundo. El comportamiento honesto, al contrario, la debilita. En resumen, ella es una diosa siempre presente que se manifiesta en y encarna los aspectos destructivos del mundo. La destrucción, sin embargo, no siempre es negativa, dice este intérprete: la creación no puede continuar sin ella. Esto se hace más claro en el proceso de nutrición y metabolismo, en el que la vida se alimenta de la muerte; la creación continúa mediante la energía transformada que sale de la destrucción.

Un segundo autor contemporáneo interpreta a Bhairavi en la misma línea. Según este escritor, Bhairavi es idéntica a Kalaratri, un nombre a menudo asociado a Kali que significa “la noche oscura [de la destrucción]” y que se refiere a un aspecto particularmente destructivo de Kali. También se la identifica con Mahapralaya, la gran disolución al final de un ciclo cósmico, durante el cual todos las cosas, habiendo sido consumidas por el fuego, se disuelven en las aguas informes de la precreación. Ella es la fuerza que tiende hacia la disolución. Esta fuerza, además, que es de hecho Bhairavi misma, está presente en cada persona mientras gradualmente envejece, se debilita y, finalmente, muere. La destrucción es aparente en todas partes y, por tanto, Bhairavi está presente en todas partes.

La naturaleza feroz, terrible o destructiva de Bhairavi se enfatiza en algunas de sus descripciones; por ejemplo, se dice que lleva una guirnalda de cabezas recién cortadas que chorrean sangre sobre sus pechos y que está sentada sobre un cadáver (ver el mantra dhyana de Rudra-bhairavi, nota 2 anterior arriba). Este aspecto de Bhairavi también se menciona, con bastante frecuencia en su himno de mil nombres del Visvasara-tantra, donde se la llama Extremadamente Terrible (Ghora-tara), Noche Oscura (Kalaratri), la Feroz (Candi), Ella que crea el Miedo y el Terror, La que tiene una Cara Terrible, La que tiene la cara de un fantasma, La que surge de un cadáver, A la que le gusta la sangre, La que bebe sangre, La que destruye el cuerpo y La que es causa del Mahapralaya. Este himno también la identifica a menudo con el sol y el fuego, que pueden tener funciones destructivas, pero que no se mencionan de manera específica como fuerzas destructivas cuando a ella se la asocia con ellas. Se dice que ella mora en los campos de cremación (Smasana-vasini, Smasanalaya-vasini) y que tiene como asiento un cadáver (Savasana). Su himno de los mil nombres en el Shakta-pramoda dice que ella se sienta sobre un cadáver, como la carne de un cadáver, le gusta la carne, bebe sangre y destruye a aquellos que critican el ofrecimiento de sangre (quizás los Vaisnavas). También se llama Kotaraksi, “la de los ojos hundidos” (probablemente por estar demacrada), que la asocia con las formas terribles de Kali y Camunda, a quienes a menudo se les describe con los ojos hundidos. En resumen, a Bhairavi se la asocia fuertemente con la destrucción, a menudo se dice que tiene una naturaleza feroz, terrible, aterradora y aprecia la carne y la sangre. En Nepal, la “Bhairavi de Nawakot… se cree que difunde anualmente el awal (malaria) en las tierras bajas del Valle de Trisuli, dejando solo a aquellos que la apaciguan”. En estos aspectos, ella cumple la promesa de su nombre, Bhairavi, “la feroz”.

La Diosa de las Muchas Formas

Bhairavi tiene muy distintas formas, algunas de las cuales poseen mantras y yantras distintos en los manuales tántricos. Otras diosas entre las Mahavidyas tienen más de una forma, pero ninguna tiene tantas como Bhairavi. El Tantrasara, describe doce formas distintas de Bhairavi, y tomadas todas juntas, sugieren una diosa polifacética, una diosa que, desde luego, no está limitada a ser la encarnación de la destrucción. Los nombres de algunas de sus formas acentúan que ella otorga una gama de bendiciones. Como Sampatprada-Bhairavi ella otorga riquezas, como Sakalasiddhi-bhairavi ella es la que concede toda perfección, como Bhayavidhvamsini-bhairavi ella otorga la conciencia despierta, como Kamesvari-bhairavi ella despierta el deseo sexual y concede la satisfacción sexual y como Annapurnesvari-bhairavi ofrece comida. Estas últimas dos formas merecen algún comentario, pues presentan un fuerte contraste con el aspecto destructivo que tiende a dominar en su carácter.

Kamesvari denota una forma de Bhairavi que es señora de Kama-deva, el dios del deseo sexual, es decir, Rati (cuyo nombre significa “relación sexual”). Como Kamesvari, ella encarna el deseo sexual y presta a la creación su cualidad distintiva de ser permeada por la atracción mutua de los sexos. Uno de sus mantras dhyana, el de Sampatprada-bhairavi, dice que está intoxicada de su juventud y la mayoría de sus descripciones, a pesar de sus asociaciones con la destrucción, dicen que es atractiva, joven y bien formada. La asociación de Bhairavi con el deseo sexual y la satisfacción se menciona, a menudo, en sus himnos de los mil nombres. En el shakta-pramoda, por ejemplo, se la llama Aquella que aprecia el Semen y la Sangre Menstrual y Aquella que es adorada por los que adoran con el Semen. En su himno de los mil nombres en el Visvasara-tantra, se la llama La Bella, Aquella cuya forma es el Semen, La que produce Semen, la que otorga Amor, La que disfruta de la Relación Sexual, La que es preciada para Kama, La que mora en el Yoni.

En un punto, el Tantrasara dice que Bhairavi es la consorte de Kama-deva y estipula que el experto imagina e interioriza las cinco formas diferentes del dios del amor con las correspondientes cinco formas de Rati, su consorte. A Bhairavi también se la venera a través del bana nyasa (nyasa es un ritual mediante el cual uno diviniza el cuerpo con mantras y mudras). En el bana nyasa, el experto coloca las flechas de cinco flores de Kama en los dedos de ambas manos y le confiere poderes en las artes del amor. Cada una de las flechas de flores produce una emoción intoxicante de amor y deseo, como la agitación excesiva, una sensación fundente, una irresistible atracción hacia otro y la estupefacción.

Annapurnesvari-bhairavi revela una dimensión bastante diferente de Bhairavi identificándola con la conocida diosa Annapurna. Annapurna-devi, una diosa “que está repleta de comida” está estrechamente asociada con Shiva y un marco doméstico. Ella es la diosa de la cocina, por así decirlo, cuya función básica es satisfacer el hambre de su marido y, por extensión pues él es Pasupati, “señor de las criaturas”, satisfacer el hambre de todas las criaturas. Los aspectos aterradores de Bhairavi están aquí completamente sumergidos. El mantra dhyana del Tantrasara la describe así:

Ella es de color dorado y lleva el emblema de la luna en su frente. Está cubierta de nueve tipos de joyas y vestida con ropas multicolor. Tiene tres ojos, que son grandes y alargados, y pechos como jarras dorados. Ella está con Pañcamukha-Shiva [Shiva con cinco caras], que es de color blanco y tiene un rostro sonriente y una garganta azul. Él lleva una piel de animal y serpientes de vestimenta y brilla como la flor kunda [una flor blanca brillante]. Mirando a la diosa, él baila con deleite. Ella es de apariencia agradable y lleva un cinturón dorado que adorna todas sus posaderas. Le está dando comida a Shiva. Flanqueándola están las diosas Sri y Bhumi [diosa de la tierra].

La presencia de Sri y Bhumi en la compañía de Annapurnesvari es significativa; ambas están estrechamente identificadas con Visnú. Aunque Annapurna-devi es muy conocida como la consorte de Shiva, una forma de su consorte, Annapurnesvari está asociada con una gama de deidades visnuístas. Cuando construye su yantra física o mentalmente, además de invocar a Sri y Bhumi, el experto invoca a otras deidades asociadas con Visnú: Varaha, Narayana y Kamala. El adorador les reza para obtener abundante comida para que éste pueda proveer a otros. La presencia de las deidades visnuístas, que generalmente son benignas y están preocupadas por las bendiciones mundanas, a diferencia de las deidades shivaístas, que tienen tendencias ascéticas más pronunciadas, probablemente tenga el significado de subrayar la naturaleza de Annapurnesvari como una otorgadora caritativa.

Bhairavi 2 - TVDF

Dimensiones cósmicas

Bhairavi tiene formas y epítetos que afirman su importancia cósmica, si no su supremacía. Un comentario sobre el Parasurama-kalpasutra dice que el nombre de Bhairavi deriva de las palabras bharana (crear), ramana (proteger) y vamana (arrojar o vomitar). El comentarista intenta discernir el significado interno del nombre de Bhairavi identificándola con las funciones cósmicas de la creación, el mantenimiento y la destrucción. La imagen del ritmo cósmico básico como uno que inhala y exhala se sugiere quizás porque el comentarista usa el término vamana y puede reflejar el énfasis shivaísta Kashmir sobre el ritmo de la respiración como metáfora de la realidad máxima, que se revela de manera alternativa o emana y luego se retira y se obscurece.

En su himno de los mil nombres del Visvasara-tantra, Bhairavi tiene varios nombres que la identifican con absolutos filosóficos o cósmicos. Se llama Paramesvari (señora de todo), Jaganmata (madre del mundo), Jagaddhatri (cuidadora del mundo o la que nutre al mundo), Parama (la que es la superior), Parabrahmasvarupini (la que su forma es el brahman superior) y Srstisamharakarini (ella que es la causa de la creación y la destrucción). Estos nombres, como sus muchas formas, enfatizan que ella es una diosa completa, por así decirlo, no solo una diosa asociada con la energía destructiva.


NB 84 La ofensiva de Bhairavi (esquema)

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