El Mito 5.0 Orientación

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El trasfondo del Escenario de la Diosa Caída (EDC)

En la naturaleza nada nace sin un lugar y matriz, una entidad maternal. Esta ley se aplica a los microbios, animales, incluso a los océanos y las nubes. De igual modo, ningún mito, enseñanza metafísica, sistema espiritual, religión, ideología, obra de arte o teoría científica sale al mundo de la nada. Cada acontecimiento que confiere un entendimiento propio sobre la especie viene, no de la “humanidad” en un sentido abstracto, sino de una localización particular en el mundo habitado por una diferenciada cepa racial. El mito de creación japonés, por ejemplo, proviene de la isla de Japón y sus pueblos nativos. La mitología azteca surgió del paisaje y la mentalidad de los pueblos mesoamericanos, sus tribus locales. El sistema de creencias dominante en el mundo hoy en día, el trío de las religiones abrahámicas (Judaísmo, Cristianismo e Islam), tuvo su origen en Canaán (la moderna Palestina) y desde allí se extendió por todo el planeta.

La Historia Hogar también tiene un origen geográfico y racial específico. Mientras se aprende la narrativa, será instructivo tener en cuenta su historia de fondo –término que proviene de la industria cinematográfica y describe las condiciones que preceden al argumento de una película–. Esta consideración no es del todo necesaria aunque puede ser interesante si eres un alguien con inclinación a hacerte preguntas sobre los orígenes de las cosas. La Historia Hogar tiene una historia de fondo como cualquier otra narrativa mítica o sistema religioso, cualquier programa espiritual que puedas nombrar como el Budismo, la Wicca o el Mormorismo.

Pero con esta narrativa hay una diferencia, y es enorme. Debido a su alcance global, el Escenario de la Diosa Caída es una historia que guía a todas las razas e incluso describe los diversos papeles que éstas desempeñan en lo que los gnósticos de hoy denominan el “experimento divino”. La Historia Hogar difiere de otros “mitos de creación” porque aborda la totalidad de la situación humana a escala planetaria, aunque tiene un origen geográfico y racial específico. Su aplicación es universal a pesar de haber nacido de la imaginación religiosa de un pueblo en particular.

Por tanto, antes de sumergirnos en la narrativa, vale la pena introducirnos en una breve orientación.

Las fuentes

La narrativa sagrada de los Misterios explica de manera insólita los orígenes cósmicos de la vida y el propósito humano en la Tierra. Ningún otro mito o leyenda de cualquier cultura o época presenta un “mito de creación” tan vívido, completo y coherente como éste. Asimismo, ninguna otra narrativa explica la verdad absoluta sobre el mal y cómo funciona contra todo lo bueno y bello que hay en nuestro maravilloso planeta. La Historia Hogar es la biografía cósmica de la tierra viva. También es la mayor herejía de todos los tiempos.

Debido a su excepcional mensaje, a esta narrativa se la ha atacado, distorsionado, difamado y suprimido más violenta y continuamente que a cualquier otro concepto de la historia. Por tanto, la evidencia textual del EDC solo se conserva de manera fragmentada como si se tratara de trocitos dispersos de un enorme mosaico. Pero se conserva.

Los escasos materiales que preservan el mito de la Diosa Caída fueron descubiertos en el Oriente Medio y Egipto. ¿Cómo entonces puede ser la narrativa guía de las razas nativas europeas? Además, puesto que el mito proviene de un antiguo movimiento que se originó en el noroeste de Irán (ver más adelante), ¿por qué se le llama europeo? Contra estas objeciones, pueden ser útiles dos aclaraciones:

Primero, las personas que desarrollaron esta narrativa provienen de la estirpe nativa de los pueblos cuya tierra natal fue las montañas del Cáucaso. Fueron primos de las razas arias, celtas, nórdicas, teutónicas, itálicas e íberas, que habitaron toda Europa. (Prueba de esta larga afinidad se puede encontrar en las impresionantes similitudes físicas que existen entre los diversos pueblos del Cáucaso y los celtas de Irlanda). Los autores del EDC fueron los antepasados de estos diversos pueblos designados como blancos, pueblos que sobreviven hoy en día como una minoría racial en la población mundial: sobre un 8%.

Segundo, la raíz étnica iraní que produjo la Historia Hogar permaneció completamente separada de los pueblos árabes asiáticos que habitan Irán y las regiones vecinas hoy en día. Y, por supuesto, vivieron mucho antes de que estos habitantes fueran convertidos al Islam, Cristianismo o Judaísmo. En otros lugares de la cuenca mediterránea y Europa, desde Grecia a las Islas Británicas, desde España a Escandinavia, surgieron pueblos diversos de la misma estirpe racial. La Historia Hogar es el único producto de la imaginación religiosa de los cáucasos arios, un espectro de razas que ocupó en su origen de manera exclusiva los vastos alcances de la Europa occidental y más allá al este, llegando hasta Irán e India, cuya población contiene una significativa mezcla aria.

La palabra sánscrita ario deriva de la raíz indoeuropea, arya, “noble, excelente”. Eso no significa que solo los arios posean estas características; más bien, ejemplifican los atributos de nobleza y excelencia que todas las razas pueden alcanzar. Esa consecución, no obstante, tiene que ser demostrada con valores, actitud y acción.

Otra cuestión: ¿Podemos encontrar equivalentes de la versión iraní de la Historia Hogar en las mitologías europeas de Gran Bretaña, Escandinavia, Grecia, Alemania, Italia, Francia, España y demás? ¿Qué ocurre con las épicas nacionales como el Kalevala de Finlandia, el rico tesoro oculto de la mitología greco-romana, el folk-lore alemán, o irlandés, galés y las leyendas vascas? Si nos remontamos a esas culturas desaparecidas y las analizamos en su estado precristiano de pureza original, ¿encontramos alguna versión o variante del Escenario de la Diosa Caída? ¿Algunas de estas fuentes ofrece una historia basada en la figura central de la diosa de la tierra comparable a la Sophia de los Misterios? ¿Presentan de alguna forma versiones y variantes de la Historia Hogar de tal manera que pudiera recuperarse a partir de esos materiales? Sí, pero esas versiones regionales son caóticas y aparecen de una manera incompleta e incoherente. No presentan el argumento completo de la narrativa. Ni mucho menos. Como mucho son versiones cercenadas. La herencia europea solamente conserva elementos fortuitos, nombres o incidentes pertinentes a la Historia Hogar. Solo se pueden encontrar características parciales, meros atisbos del EDC, en el mito comparativo, folk-lore y leyendas de Europa que sobreviven hasta hoy.

¿Por qué? Simplemente debido al hecho señalado anteriormente: la Historia Hogar ha sido tan implacablemente atacada que solo sobreviven algunas pistas dispersas. Por toda Europa casi todos los indicios que señalan a la narrativa han sido deliberadamente suprimidos, se han convertido en tabú, si no han sido enérgicamente erradicados. Por ejemplo, el mito nórdico no ofrece un retrato coherente de la narrativa sofiánica, ni siquiera episodios o fragmentos aislados. Solamente se conserva una versión de su nombre: Ostara. Y ese nombre proviene de los pueblos germánicos cuya herencia mitológica igualmente fue destruida cuando el Cristianismo se instaló en Europa. Todo lo que queda es el nombre, Ostara, sin una línea argumental que la acompañe. Sin una pista de sus orígenes y su constante presencia.

El trasfondo

El EDC no es obra de un solo individuo humano. Fue desarrollado durante muchas generaciones por la Orden de los Magi, una comunidad de maestros visionarios. Los Magi fueron precursores paganos y precristianos de los gnósticos. Se denominaron a sí mismos telestai, “aquellos que tienen un objetivo”. ¿Qué les hacía tener un objetivo? Su acceso íntimo a la inteligencia de la tierra viva, la matriz telúrica. En su cohesiva dedicación a la narrativa sagrada de Sophia, revisaron y preservaron la Historia Hogar durante generaciones. El nombre que le dieron a la Diosa de la Sabiduría en persa antiguo fue Spandarmat: madre expansiva, vibrante, la matriz medida de la vida. Ésta fue la diosa madre iraní conocida para los Magi, uno de los primeros nombres de Sophia.

La “diosa madre” o “madre tierra” es por supuesto un arquetipo universal. En todas las sociedades indígenas o animistas de todo el mundo aparece una versión de esa figura. Los gnósticos de la Orden del Magi detectaron esta figura maternal divina en una presencia viva que podían encontrar y con la que podían interactuar. Los pueblos animistas que sienten directamente la presencia de la tierra viva rara vez van más allá de esa sensación para llegar a dimensiones más profundas de conocimiento. Permanecen emocionalmente cautivados por ese poder y se muestran muy a menudo supersticiosos. Los telestai eran diferentes. Siguieron la pista hasta llegar a una profunda e íntima compenetración con la inteligencia de la naturaleza. Conversaron directamente con la mente del planeta. Eran chamanes intelectuales con una gran experiencia en prácticas visionarias, facultades paranormales, instrucción, matemáticas, astronomía, ciencias naturales y formas artísticas como la música y la danza. Accediendo a la mente de la tierra viva mediante un método especial de trance, pudieron construir el EDC basándose en el encuentro con la protagonista de la historia, Sophia. Conociendo a la madre tierra de ese modo, pudieron elaborar una historia sobre ella sin precedentes en cuanto a su alcance y detalle.

Los orígenes de la Orden del Magi datan del 6000 a. C. Mucho después, sus beneficiarios, los gnósticos, heredaron y preservaron la narrativa. Durante siglos, concluyeron el relato completo que tenemos hoy, la Historia Hogar. El descubrimiento en 1945 de unos manuscritos ocultos en una cueva en Nag Hammadi en el alto Egipto hizo posible, después de siglos de represión y destrucción, la completa restauración de la narrativa de la Diosa de la Sabiduría. Junto con otros materiales de la antigüedad europea y la mitología de Oriente Próximo, los Códices Nag Hammadi son la base principal de la recuperación del mito sofiánico.

Los Misterios

Se han escrito volúmenes sobre los Misterios o las Escuelas de Misterios de la antigüedad pagana. Desafortunadamente, los intentos de explicarlos fracasan desde el principio por la ausencia de pruebas de lo que realmente ocurrió en esas culturas ya largamente olvidadas. Los eruditos honestos coinciden en que las prácticas y procedimientos de los Misterios siguen sin conocerse porque estaban protegidos por un voto de silencio. No secretismo, silencio. Lamentablemente de nuevo, las personas que hoy en día afirman saber sobre los Misterios a menudo acusan a sus adeptos de realizar ritos satánicos, programación de control mental y otros procedimientos siniestros. Esta afirmación es totalmente falsa y no existen pruebas que la sostengan.

Los eruditos concurren en que los participantes en los Misterios accedían de algún modo a la verdad más profunda sobre la existencia humana, llegando a la raíz primaria de la vida y la conciencia. Quedan pocas pruebas de cómo lo hacían, pero suficientes para afirmar que los gnósticos, herederos de la Orden del Magi, fueron hombres y mujeres de altas consecuciones intelectuales y visión espiritual. Expertos en las artes chamánicas, fueron los guías y educadores del mundo antiguo en el Próximo Oriente, alrededor de la cuenca mediterránea y por toda Europa –afirmación corroborada por muchas y variadas evidencias–. Los Misterios estaban adaptados de una manera bioregional para que satisficieran las necesidades de los habitantes locales y encajaran en su mentalidad, talentos y habilidades específicas. Y los líderes de los Misterios se hacían llamar de modos distintos, hecho que reflejaba las variantes lingüísticas de cada región. Por ejemplo, en el norte de Europa el maestro era el druida, que literalmente significa vidente del roble o vidente del árbol. Mientras que en Egipto, el maestro era el phoster, que significa portador de luz, iluminado. Los registros históricos demuestran que los druidas de las Islas Británicas conocieron, consultaron y se mezclaron con los maestros de la gran Escuela de Alejandría en Egipto. En Escandinavia, el maestro chamánico se llamó Odín. No se trataba del nombre de un individuo en particular, sino más bien del título de una persona que contaba con poderes clarividentes, un chamán consumado. En India, los miembros de la misma red de Misterios recibían varios nombres como vidyadhara, que significa poseedor de sabiduría, y siddha, adepto consumado, alguien que poseía y demostraba poderes ocultos. Y existieron muchas otras variantes de esos nombres y títulos. En resumidas cuentas, se podría decir que los maestros de los Misterios conformaron una aristocracia espiritual. Aunque se trató de una aristocracia trabajadora, dedicada a guiar a la humanidad en una línea de desarrollo adecuada. Su fundamental herramienta fue la Historia Hogar.

La figura central de las Escuelas de Misterio era la Diosa de la Sabiduría, conocida por distintos nombres según el pueblo o región. Su nombre en griego significa “sabiduría”. Philo-sophia originalmente fue el “amor a la sabiduría” y, por extensión, el amor a la misma diosa, a la que conocían en su presencia viva. Debido a la relación íntima que entablaron con ella, los telestai tuvieron muchos términos de cariño para referirse a Sophia, tales como Prunikos, “extravagante, osada, audaz”, y la palabra aramea hayyta, “quien da luz a la vida”, un juego de palabras con heywa, “serpiente sabia”, y muchos otros. (Es sorprendente cómo el arameo heywa se parece tanto a la diosa madre de los árboles de Avatar, Eywa). También a Sophia se la conocía como Ostara y Spandarmat, como ya se ha señalado. Los osetios o alanos del Cáucaso la llamaron Satanaya. Los navajos del continente americano la llamaron Mujer Araña, Mujer Cambiante. Los aztecas, Coatlicue, Mujer Serpiente. Los vascos, Mari, y existen cientos de variantes distintas del mismo nombre. Los místicos que miraban la naturaleza con habilidades paranormales sabían que el planeta, que es demasiado grande para ser visto enteramente cuando lo pisas, se revelaba a sí mismo mediante fenómenos locales, epifanías o revelaciones que provenían de la misma naturaleza. Sophia se reveló a sí misma a través de poderes animales como la epifanía de la Mujer Serpiente. Sus revelaciones principalmente fueron en forma de serpiente y árbol, aunque también aparece con forma de animales concretos como el toro, el león, la pantera, o aves tales como el águila, el cisne o la lechuza.

Los gnósticos de la actualidad tienen nombres de reverencia para la madre tierra: el Aeón Sophia o la Madre aeónica, la Madre Divina, la Madre del Mundo o simplemente PAM (Planetary Animal Mother), la Madre Animal Planetaria. Aeón es la palabra griega que se refiere al “poder generador, fuerza divina, divinidad, energía creativa sobrenatural”. El contacto directo con la inteligencia viva de la tierra capacitaba a los maestros de la Escuelas de Misterios para hacer infinitos descubrimientos sublimes. Aprendieron secretos del entorno cósmico de la vida, la física terrestre y el diseño humano, la miríada de patrones de vida animal, las propiedades vivas del cielo y las montañas, la milagrosa conciencia de los cuerpos del agua tales como los manantiales, riachuelos, lagos y ríos. Entre todas estas maravillas se centraron con mucha atención en la presencia y el papel de los animales humanos en el orden cósmico. Vieron este papel como algo especial y excepcional, sí, pero no superior a otras formas de vida animal o a la naturaleza misma. El alcance de sus poderes indagatorios, como los podríamos denominar, fue enorme. También observaron los efectos de la intrusión extrabiosférica en la tierra, conocida hoy en día como el enigma ET. Cuanto más aprendían más minuciosa y detallada se tornaba la Historia Hogar.

Existe quizás una enseñanza crucial de los Misterios que supera a todas las demás. Los telestai se dieron cuenta de que la presencia divina de Sophia no surgió meramente cuando la tierra tomó forma, más bien Sophia existió antes que la Tierra a nivel galáctico, como una diosa estrella. E igualmente impactante es su afirmación de que Sophia no creó a la tierra, sino que se transformó en ella. El origen de Sophia está en el núcleo galáctico. La Historia Hogar es un mito astronómico.

Los gnósticos también enseñaron sobre un ser supremo, el Originador, que aparece en el primer episodio del EDC. No usaban la sintaxis religiosa rutinaria de la “creación”. Por el contrario, dedicaron un gran esfuerzo a escribir y enseñar el proceso cósmico de la emanación o emergencia, que se parece al sueño. En esencia, enseñaron que la diosa estelar Sophia sueña su cuerpo planetario como alguien que está durmiendo produce un cuerpo de sueño y actúa así en ese estado alterado, dentro del sueño. No obstante, su “planeta soñado” es completamente material, real en términos sensoriales y físicos. No es “maya”, considerado como mera ilusión (que, por cierto, es una mala traducción de maya). Los iniciados de los Misterios verificaron estos descubrimientos una y otra vez en sus prácticas chamánicas de trance extático. No vieron contradicción alguna entre razón y revelación. La Gnosis es el conocimiento directo de lo Sobrenatural y puede ser verificado mediante la razón basándose en la evidencia del mundo natural y en el funcionamiento de la psique humana. Es lo que hoy en día se denomina ciencia noética, pero en un modo superior que no excluye las dimensiones místicas y paranormales de la experiencia. Guiados por la narrativa sagrada, los iniciados de los Misterios desarrollaron lo que se podría denominar la “intel gnóstica” hasta un alto nivel de sofisticación. Puesto que tenían un objetivo, se esforzaron por darle un objetivo a las razas, guiar a la humanidad de un modo que le permiera desarrollar su legado interno como especie dotada de genialidad. Su propósito y plan fue la educación superior en líneas espirituales. En esa línea inspiraron a sus alumnos para que fueran algo más que meros habitantes pasivos del planeta y se involucraran activamente en el poder soñador que produce y sostiene el hábitat humano. Ése mismo es el objetivo de la Gnosis hoy.

El legado de los Misterios en la actualidad sigue estando totalmente basado en la narrativa sagrada, la Historia Hogar. La oportunidad que se encuentra todo el mundo que aprende la historia de visión sofiánica y elige vivir en la narrativa es un privilegio sin igual: participar en la actividad soñadora del Aeón Sophia para desempeñar un papel activo en el resultado de su sueño. Pero esa oportunidad viene acompañada de responsabilidades.

El desafío

Los ideólogos de las tres religiones abrahámicas odian el mito sofiánico. Y hacen bien puesto que desafía a sus creencias fundamentales y da respuesta a muchas cuestiones que de otra manera quedarían para la fe. Además, presenta una narrativa con el poder de derrocar totalmente sus historias de creación tornándolas inútiles y absurdas. La herejía que emerge de los Misterios hace que esos sistemas de fe parezcan sumamente estúpidos, y saca a la luz el nocivo engaño de la fe ciega. La Gnosis presentó en su tiempo, y aún hoy, una amenaza frontal a la fe religiosa y sus complementos: la ortodoxia, autoridad, jerarquía y, por encima de todos, las normas morales que se dice que provienen del dios creador. La Gnosis siempre ha sido el movimiento de oposición a todo sistema de creencias. No presenta una religión alternativa, sino un alternativa a todas las religiones.

El compromiso con el mito sofiánico puede ser comparado a la cinematografía. Los actores que representan papeles y guiones tienen que conocer el argumento de la película. Otras personas que aparecen en la película no tienen papeles significativos, y a menudo carecen de guión. Su participación no requiere que conozcan el argumento de la película, cuanto menos la intención del director, el guionista y el reparto principal. Son los “extras”, comparables a los NPCs, personajes no jugadores de los videojuegos.

Según el estándar gnóstico, ser ignorante de la Historia Hogar te convierte en extra del escenario soñado de la Madre del Mundo. Lo que se refleja en la vida tal y como la conocemos es su película, un acontecimiento que sucede en su vida mayor como Aeón, una divinidad a escala cósmica. El aprendizaje de la narrativa sagrada te permite por ti mismo ver el papel que tienes en el argumento de la espectacular película que hay en progreso. Obtienes el papel si te adueñas de tu poder para mezclarte con el poder de ella –y reconociendo que vives en un sueño aunque tú no seas el soñador–. Pero una vez que obtienes el papel, tienes que actuarlo. Tienes que vivir tu vida con una idea clara de dirección transpersonal, guiado por la narrativa sagrada y alineado con los diseños y propósitos de la Diosa de la Sabiduría. Vivir de esa manera te aporta una oportunidad óptima de expresar tus talentos y dotes innatas como individuo, y disfrutar de tu papel como miembro único perteneciente a alguna de las razas humanas. Lo transpersonal satisface a lo personal. Lo personal no se puede satisfacer a sí mismo.

Conclusión

La historia más bella de la tierra es la historia sobre la tierra, el planeta madre sensible e inteligente. Se puede llamar historia de visión, y no confundirla con un viaje de fantasía o un grandioso juego de simulación. De hecho, la Historia Hogar desmantela totalmente la afirmación narcisista de que somos dioses. El mito sofiánico está a años luz de la fantasía de la Nueva Era y es, de hecho, su antídoto perfecto. La Historia Hogar es una “meta-narrativa” que pones a prueba y verificas en cada punto de compromiso con ella.

Se habla hoy en día de la necesidad de una meta-narrativa que una a la gente buena y honesta de todas las tierras que desean mejorar el mundo y ser un instrumento de cambio. La meta-narrativa existe y no ha de asumirse como autoridad. Solo puedes creer la historia de vida de la Madre del Mundo hasta el punto que la vivas de verdad. Las personas que hoy ven la necesidad de una meta-narrativa se enfrentan a un dilema. ¿Serían capaces de reconocerla cuando se les presenta? Quizás piensen que pueden elaborar una meta-narrativa, un mito nuevo. Les deseo buena suerte.

La mitología comparativa es el estudio completo de los temas y personajes que se encuentran en los mitos de todas las culturas de todos los tiempos. Sin un gran dominio de este género, es imposible comparar el EDC con otros mitos y determinar sus propiedades únicas y destacadas. En resumen, se trata de una llamada profesional. No se tiene que aceptar de pura fe, sin embargo. Solo desde la perspectiva de la mitología comparativa, el EDC se hace obvio. Pero una vez hecha esta observación,  la verdad está ahí para verla, independientemente de la pericia. La verificación del mito depende totalmente de la participación en primera persona, viviendo la narrativa. Sin duda, el mito es complejo y dominarlo requiere de paciencia y determinación intelectual. Poner en práctica el mito sofiánico depende de una inteligencia básica, pero además agudiza, realza y amplifica el esfuerzo mental que se le aplica. La dudosa suposición del CI no nos preocupa aquí. La participación depende meramente de la voluntad de aprender.

¿Qué puede, en última instancia, atraer a alguien para que se involucre en esta elaborada narrativa mítica? Las personas que buscan un propósito en la vida encuentran el marco y los cimientos de su propósito en este relato visionario. Ése es ya en sí mismo un factor de atracción enorme, y hay más.

Los gnósticos enseñaron que Sophia se sintió impulsada por un sobrecogedor deseo de lanzarse al experimento realizado con la singularidad de especie que ella misma había diseñado en el centro galáctico, el Pléroma. La participación en la Historia Hogar comienza con un sentimiento natural de empatía por el Aeón, vuestra madre divina. En esa empatía, podéis daros cuenta de cómo una divinidad superhumana puede sentir como vosotros, y estar sujeta a las emociones de júbilo, atrevimiento, terror, placer, confusión, pena –como la narrativa describe a la perfección–. Siendo así esto, ya no podéis seguir pensando que la Tierra es una roca gigante que flota en un vacío cósmico. No, Sophia está viva, es inteligente, responde emotivamente, es consciente de su cuerpo planetario y co-activa con todo lo que vive, especialmente con los animales humanos.

El mito sofiánico muestra muchas dimensiones de significado y aplicaciones a la vida. El conjunto del mito de Sophia aborda y se une a un punto de la estética: así como la naturaleza es bella, también lo es la fuente sobrenatural del mundo natural. Pero infinita, inconcebiblemente más. El mundo natural es encantador y pródigo de maneras innumerables. De igual modo, la Madre del Mundo, la diosa soñadora que es su fuente, lo es infinitamente más. Si llegas a la inmediata presencia de Sophia y aprendes el espectacular mito estelar, te darás cuenta de que esta particular divinidad cósmica solo tiene que ver con la estética.

La historia más bella de la tierra es la historia de la tierra. Finalmente, o quizás desde el principio, existe un factor crucial que nos trae de vuelta a la Historia Hogar y nos obliga a involucrarnos y desempeñar un papel que determine su desenlace: ese factor es la belleza.