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Aquí tenemos entradas del W. Reich, …

Los hechos y el orden mental

¿Cuántas palabras se escriben o se pronuncian sin estar asociadas a la experiencia personal? ¿Cuántos hechos están asociados al buen vivir?

Llevo ya algunos años con estas cuestiones, mirando mi existencia desde este punto de vista, y he observado que en general no se sabe muy bien lo que es la experimentación. Creemos que acumulamos experiencias, cuando en realidad acumulamos conocimientos disociados de los hechos. ¿De qué nos sirve acumular muchos conocimientos sobre la flora de este maravilloso planeta, por ejemplo, si no somos capaces de disfrutar el aroma de una flor? ¿De qué nos sirve todo ese conocimiento si no somos capaces de dejarnos embriagar por la belleza de un árbol?

Árbol mágico Seguir leyendo Los hechos y el orden mental

¡Somos extremadamente inteligentes!

Lo creamos o no es así.  ¡Somos extremadamente inteligentes! Y si no que se lo digan a esta preciosa flor de abajo o a Jeremy Narby en este vídeo (La inteligencia en la naturaleza). ¡Todo es extremadamente inteligente!

Inteligencia natural b

Sucede que desde nuestro nacimiento, todos los mensajes que recibimos (todos desde el mismo lugar) nos dicen que son otros (los más cualificados, los más leídos, los que gozan de más estudios, …) los que tienen la cualidad de la inteligencia. Ellos son, por ejemplo, los que diseñan nuestras casas, descubren las leyes naturales, escriben las poesías inigualables o simplemente nos gobiernan bajo la excusa de que  nosotros no somos capaces de hacerlo. Seguir leyendo ¡Somos extremadamente inteligentes!

Agresividad fálica

Los sexólogos hablamos de «agresividad fálica» como una característica masculina (incluso como un recurso, una habilidad y un valor). A menudo esto resulta desconcertante (incluso reaccionario o amenazante) especialmente para quienes más se ha comprometido con la militancia antipatriarcal. Sin embargo, en la intimidad del encuentro con el varón, las mujeres andrerastas (incluso feministas) anhelan -o pueden hacerlo- la agresividad fálica que muchos hombres bien socializados (o sea, civilizados con estas reglas de civilidad anafrodisiaca y deseorizante) tienen limitada, impedida o castrada. Aunque crecientemente invadimos la intimidad erótica con discurso político que pervierte aquella peculiar dinámica, en los atavismos emocionales del encuentro carnal la agresividad fálica no es violencia sino vigor, deseo, pasión, energía, virilidad, … Así que no es lacra a combatir, sino valor a proponer, propuesta a convenir y experiencia a experimentar. Si eres lesbiana (por lo tanto no «te pone» lo viril) es probable que no lo entiendas; incluso es probable que tus razones políticas te impidan empatizar con estas sinrazones eróticas. No es un problema que no «lo entiendas», pero sí es un problema que impongas a las otras mujeres tu «modo de entender».

Joserra Landarroitajauregi en Genus: Genitales y Generación

No hay mucho más que añadir. Simplemente agradecer la claridad mental de Joserra y la belleza resultante cuando la expresa. Gracias.

Unión pareja

JM

Mi definición

El proceso de nuestra definición es una cuestión un tanto complicada. ¿Cómo puedo responder a la pregunta: «¿Cómo me defino?»? Y para rizar más el rizo podríamos plantearnos cómo nos gustaría definirnos, ejerciendo el intento de practicar un proceso mágico-natural de autorreconocimiento.

Sin embargo encuentro más sencillo decir cómo no me defino: no me defino por lo que leo, no me defino por lo que escribo, ni siquiera me defino por lo que digo. Lo anterior intenta mi definición: lo que leo me encuentra, con lo que escribo profundizo y  lo que digo explora. He utilizado los verbos encontrar, profundizar y explorar, pero no son las únicas acciones que integran mi existencia.

¡Pues anda que no hay motivos!, como dijo nuestro querido Javier Krahe, para intentar encontrar aquellas acciones que nos vayan definiendo cariñosamente con el paso del tiempo hasta el último suspiro de nuestra vida.

¡Nada me sujeta!, mi definición es un proceso abierto que se va redescubriendo a sí mismo en la compañía de mi tribu, ¡siempre acompañado!

Bosque

JM

La fuerza de la transparencia

La transparencia tiene una propiedad que facilita la exploración de esos límites impuestos desde antes de nuestro nacimiento. Nos acerca a lugares tenues y borrosos que aparentan ser una frontera entre lo correcto y lo incorrecto, marcados básicamente por la moral de nuestra sociedad.

Permitirnos ser aquello que nos gusta y deseamos (sin ese miedo rancio que nos atrapa cuando vamos en contra de esta mierda de moralidad judeocristiana) es absolutamente necesario; sentirnos lo suficientemente maduros para decir claramente lo que pensamos y queremos, a pesar de que pueda resultar «inapropiado» o «desagradable».

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La necesaria adaptación a la realidad

En la entrevista 05  sobre Ética giana y Acción ritual, John Lash adapta la frase final con la que terminan las reuniones de Alcohólicos Anónimos:

En la acción ritual necesitamos la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, el valor para cambiar las cosas que sí podemos cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia.

Esta frase deja claro que si conocemos la diferencia entre lo que podemos o no cambiar y nos aplicamos inteligentemente en lo primero, nuestros esfuerzos «cotidianos» serían más placenteros. No tendríamos esa sensación desagradable que nos arrastra a lugares de inexistencia, un vacío aflictivo.

JM

PD: La frase de arriba la podéis encontrar en la Plegaria de la Serenidad.

¿Intención o Intento?

¿Previo o actual?
¿Pensamiento o sensación?

Llevo muchos meses experimentando el intento y me estoy dando cuenta de que tiene más dinámica que la intención.

La intención contiene un pensamiento previo y el intento da con una sensación actual.

¡Así es cómo lo veo!

JM TK

Jorge Monreal a

Dibujo de Jorge Monreal

La belleza del intento

La endopsique tienen un uso fantástico. Es portadora de un gran abanico de clichés para que, según el lugar donde vivamos, tengamos una respuesta instantánea a una situación concreta. Es simplemente una gran base de datos instalada dentro de nosotros, en el interior de nuestra mente. Cuando hablo de mente no solo estoy pensado en el cerebro. Nuestro corazón es mente, mi mano cuando dibuja o escribe es mente, recuerda lo que hace.

Endopsique

Vamos, la endopsique es un recurso fundamental para sobrevivir en un entorno natural al que nos hemos adaptado durante milenios y que nos facilita los aconteceres. Yo diría que las costumbres adaptadas a un medio natural son un placer, una experiencia-cumbre en cada milisegundo, y es la endopsique la encargada de monitorizarlas. Seguir leyendo La belleza del intento

Liberterre

Liberterre es una web donde existe el mayor número de ensayos de John Lash que jamás había visto en francés, además de tres en español. Hace un par de años pasé por ahí buscando ensayos de JLL en español y hoy mi mujer, mi compañera kálika, me la ha mostrado con mucho interés. Hemos decidido vincularla con la nuestra.

Desde aquí reconocemos el trabajo que Liberterre ha realizado en la traducción y difusión de la obra de John Lamb Lash .

liberterre

JM

¡El tiempo pasa!

¡El tiempo pasa, sigue pasando y seguirá pasando!

Yo sé que hay momentos en los que se dan ciertas cuestiones que aplazamos con la esperanza de que ya encontraremos el tiempo para desarrollarlas. Y también sé que esos momentos están cargados de falsas ilusiones, de buenas intenciones que no cuajan. He visto que en esas ocasiones, en las que me siento flojo, mis milisegundos se van por el sumidero, que he perdido una oportunidad de enfrentarme a eso que me acojona. La expresión que me viene es ésta: «Mis milisegundos no tienen valor». Es como que el transcurrir de nuestra vida no tuviera valor, como si mi existencia no tuviera importancia.

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La euforia: un adversario inesperado

¡Hoy me siento eufórico! Y no es para menos, he dormido 10 horas y eso de descansar siempre es bien venido a esta casa. Lo cierto es que nosotros nos dejamos llevar por las situaciones que suceden, aquellas que nos parecen merecedoras de ser vividas, y a veces nos pasamos y nos sentimos demasiado exhaustos.

Euforia

Vivir la euforia es bonito, exuberante, dinamizador, lleno de una energía fresca que se convierte en un delicioso elixir, y he observado, después de muchos años de vivir estas cuestiones, que si la malgasto, si la menosprecio o no le doy la atención adecuada, a veces se convierte en un gran adversario. Básicamente, subestimo el poder de esa euforia y me agoto hasta el punto del lamento. Si estas palabras las leyera un psiquiatra diría que padezco algún tipo de bipolaridad, pero yo les digo a esos clasificadores inconscientes y completamente ignorantes de la condición humana, que lo que yo vivo es el atrevimiento de sentirme vivo y querer vivir mi vida como bien me plazca.

Es cierto que la euforia es un estado más del animal humano y también es cierto que es necesario mantenerla vigilada, por lo menos en esta sociedad que lo pone tan difícil a las situaciones espontáneas que suceden a lo largo de cualquier día. Es como si tuviéramos que permanecer en un estado anímico gris del que, si te sales, te ponen un cartelito y se quedan tan tranquilos. Vamos, un guión milenario al que no me sujeto ni pienso sujetarme. Y ya que estoy así, maldigo a todos esos ojos que miran, y a sus macabros cerebros, que se atreven a decirnos cómo es la vida, que se atreven a decirnos que la vida es lo que le dijeron en sus honorables facultades (sobretodo de medicina y psicología, sin dejar de lado a los que se autodenominan filósofos, de libro por supuesto). Vaya también por ellos mi más delicioso conjuro.

Euforia 2

JM.

Antimimon

No a Su Imagen
Capítulo 7: El alijo egipcio

El engaño y la falsificación son las firmas de los Arcontes: “Su placer está en el engaño [apaton]… y su espíritu de falsificación [antimimon]” (Apócrifo de Juan, II, 1:21). El griego apaton denota el propósito deliberado de engañar y antimimon denota el método de engaño arconte: literalmente, “contraimitación”. Esto significa copiar algo, pero hacer la copia, la versión falsa, para servir a un propósito contrario a la cosa o idea original. En su visión del autoengaño humano –una visión altamente sofisticada, comparable a la psicología noética de nuestro tiempo– los gnósticos consideraron al redentor divino como una contraimitación de su revelador. Los expertos paganos de los Misterios del Levante y Egipto veían en el programa salvacionista de redención la prueba y el instrumento de la desviación arcóntica. No culpaban a los Arcontes de originar ese programa, aunque sí de conspirar con aquellos seres humanos que lo idearon:

Ialdabaoth mismo eligió a un cierto hombre llamado Abraham… e hizo un pacto con él que consistía en que, si su semilla continuaba sirviéndole, le entregaría la tierra como herencia. Más tarde, a través de Moises hizo nacer en Egipto a los descendientes de Abraham, les dio la ley y los hizo judíos. De ellos, los siete dioses, también llamados Hebdómada, eligieron a sus propios heraldos para glorificarlos y proclamar a Ialdabaoth como Dios, así que el resto de la humanidad, oyendo la glorificación, podrían servir también a aquellos que fueron proclamados Dioses por los profetas (Contra las herejías, 1.30.10).

¡Afrontar que ser!

Nos hemos encontrado con un juego en el que se afloja esa manía de ejercer nuestro ego, se diluye eso que siempre hemos usado para situarnos dentro de la macabra historia del jcibu que tanto nos condiciona, esa historia fea que sin apreciarlo nos maneja y decide por nosotros el cómo vivir nuestra propia vida.

Hemos practicado el juego de los infinitivos y ha resultado de lo más divertido y regenerador, y hemos comprobado que nos acerca al otro y que nos comunica sin las cargas adquiridas con las que normalmente nos expresamos, sin ese lastre que le ponemos a las palabra y que nos separa de los demás.

El juego consiste en usar la forma verbal del infinitivo en lugar de cualquier otra. Así, si quiero decir «Me gusta la cerveza», diríamos «Mi gustar la cerveza», «Gustar la cerveza» o «Gustar cerveza».

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¡Me voy al lugar donde en éste no estoy!

Llevo tres días en los que miro desde un lugar que me sitúa en la realidad, fundamentalmente durante las situaciones cotidianas que transcurren con mi familia, mi dulce familia. Mi atención hacia mis hijas y mi mujer se adapta a lo que sucede dentro de ellas.

Me voy al lugar donde en éste no estoy
y de ahí vuelvo sin mí,
observo, aprendo, escucho, acompaño,
y ellas conmigo y sin mí.

fractal c
Fractal de Benoît Mandelbrot

11 de KaliMa’16

JM

Javier Krahe: Conmigo y sin mí