En mi búsqueda de la naturaleza de la supresión de lo femenino en la tradición judeocristiana topé con el tema del amor cortés y la leyenda artúrica. He de decir que jamás antes me interesaron estos cuentos de caballería ni me sentí atraída por las leyendas de los caballeros de la Mesa Redonda. Seguir leyendo La mujer en el amor cortés
Todas las entradas de: metahist
¿Qué es un picómetro?
Un picómetro es una billonésima de metro, esto es, el trocito resultante de dividir un metro en un billón de partes (un millón de millones). El radio de Bohr del hidrógeno es la distancia que hay entre el protón (en rojo) y el electrón (en azul) de un átomo de hidrógeno. Mide casi 53 picómetros, es decir, que son necesarios más de 50 picómetros para completar el radio del hidrógeno. Hasta aquí la versión que estudia la Física y la Química.
Mirado desde otro punto de vista, desde las relaciones personales que se desarrollan automáticamente desde la endopsique actual, yo diría que un picómetro es lo que «se gana» o «se pierde» durante una lucha fría despiadada que enfrenta a dos egos, cuando se atropella sin sentido, cuando se hace daño gratuitamente. Solamente «se gana» o «se pierde» un picómetro, no hay margen para mucho más, todo está ya demasiado ajustado. La endopsique (la mente colectiva) está en un estado tan decrépito que se filtra hasta el nivel atómico, hasta el baile de nuestros electrones girando alrededor de su núcleo.
Y para terminar, solamente quiero dejar un dato: un animal humano que mida 165 cm, abarca 1.650.000.000.000 picómetros desde sus pies a su cabeza, y si librara una de esas batallas por segundo, tendrían que pasar 52.321 años para recorrer la longitud de su altura. ¡Somos mucho más que ese aspecto que se filtra desde la endopsique! Este tipo de comportamiento no puede definirnos, como sí parece que lo hace, ¡es imposible!
JM
De oruga a mariposa: la noche oscura del alma
Nos acercamos al solsticio de invierno, el día de menos luz del año. Justo en este momento atravieso por un proceso intenso de oscuridad (algunos lo llaman «La noche oscura del alma»). ¿Cómo lo quiero llamar yo? Desde luego, noche oscura del ama suena quizás demasiado tétrico, prefiero denominarlo «de oruga a mariposa», ahora que comienzo a entender el proceso de transformación que estoy experimentando.
Yule y Yuletide, al igual que la «Festividad de yalda» (una fiesta invernal iraní), son términos arcaicos indoeuropeos usados para referirse a la tradición antigua que observa los cambios naturales causados por la rotación de la tierra alrededor del sol y sus efectos en la cosecha alimenticia durante el solsticio de invierno. El solsticio de invierno marca el momento de las noches más largas del año; el sol parece estar a punto de extinguirse. Este periodo dura doce noches, desde el 25 de diciembre hasta el 6 de enero. Según la tradición, en este tiempo los reinos de los vivos y los muertos entran en comunicación. Encontramos este motivo mítico en los celtas, los griegos, los germanos y los indios védicos. Pero, lejos de significar un tiempo de oscuridad, los antepasados de los europeos lo celebraban como anuncio indudable del próximo retorno del Sol y del renacimiento de la vida que no muere bajo el frío invernal.
Desde luego, me he sentido tambalear, mi sostén se deshacía bajo mis pies y ya no sabía dónde pisar, !todo un desmayo al que no me dejaba caer! He impuesto una resistencia debido a mi relativa ignorancia del proceso natural que se produce en esta época del año y a mi incapacidad para gestionar mis emociones en consecuencia . Sin duda, el estudio de la astronomía me ha mantenido con el rumbo fijo y me ha ayudado a atravesar esta aventura excepcional que aún no ha terminado. Pero si ahora miro mis pies ya veo dónde piso, veo mi sostén, el mito que amo que es la Tierra y que en mí se expresa a través de la comprensión y la narración de las verdaderas inspiraciones que guían a la humanidad a sus más altos logros a largo plazo. Desde luego, el cielo es una de esas grandes inspiraciones de la humanidad, siempre lo ha sido. Y nuestras tradiciones más ancestrales han estado muy ligadas al cielo y a los árboles, que nos conectan con el cielo.
M. Chabot dice que “en los tiempos paganos, en las fiestas de Jul, celebradas a finales de diciembre en honor del retorno de la Tierra hacia el Sol, se plantaba ante la casa un abeto del que colgaban antorchas y cintas de colores” (La nuit de Noël dans tous les pays, Pithiviers, 1907). Pero el árbol no aparece sólo en la tradición germánica: gracias a Virgilio sabemos que en Roma, durante el periodo de las saturnalias, se colgaba en la plaza pública un árbol cargado de juguetes.
Nos hallamos aquí en presencia de otro elemento inseparable de la mentalidad mítica europea: el árbol como símbolo sagrado, como eje o pilar del mundo; un árbol que para los celtas era una encina o un roble, un fresno para los escandinavos (el famoso fresno Yggdrasill) y un tilo para los germanos. El árbol, con su impresionante estructura, sus hojas, su tronco y sus raíces, es una representación del cosmos y de su organización; pone en contacto los diferentes niveles del mundo (el cielo, la superficie y el reino subterráneo); une el presente, el pasado y el futuro, y liga al hombre con su linaje y su devenir. Vínculo de lo continuo y lo discontinuo, representa la vida que nunca acaba y por eso es símbolo de la regeneración perpetua de la vida. Exactamente del mismo modo que el solsticio de invierno da testimonio del renacimiento eterno del sol.
Y con todo este trasfondo natural, me encuentro yo, un único y singular animal humano en medio del inmenso movimiento del cosmos y, en este momento de máxima oscuridad, el sentimiento de pequeñez y vulnerabilidad se hace más grande, más patente, más notable. Y esa sensación de vulnerabilidad, de muerte momentánea trae consigo un nuevo renacer, un flujo continuo de vida tras la muerte y una corriente de regeneración, de deshecho de valores inútiles, de revisión y reafirmación de lo único, lo verdadero, lo perdurable y lo real. ¿Y cuál es la verdad de todo esto? Bien, igual que la oruga se retrae hacia adentro siguiendo su propio impulso natural para, sin siquiera saberlo, transformarse en una mariposa, yo me he escondido en mi crisálida de soledad y oscuridad para coger el impulso necesario hacia una nueva realidad que reaparece a partir del solsticio de invierno con el nacimiento del sol.
RG
El reconocimiento de los talentos
No hay talento sin reconocimiento, primero hacia dentro y simultáneamente hacia afuera.
Se hace necesario encontrarnos a nosotros mismos en los talentos más incipientes, más claros, aquellos que los demás nos reflejan en nuestras relaciones, para que al mismo tiempo «surjan» delante de nuestros ojos los talentos de los demás. Es como que si no me reconozco no soy capaz de reconocer a nadie.
Nosotros llevamos un par de meses tratando este tema y observamos que brotan como una necesidad para la reconexión con Gaia. Sentimos la absoluta complementariedad de todos y cada uno de los talentos, donde cada cual ofrece el suyo al resto, todos disfrutando de todos, un baile de talentos únicos entretejiéndose.
JM
Recetas Mágicas para la mansedumbre
La observación profunda, constante y sincera es una de las mejores armas de las que disponemos para luchar por nuestras vidas en estos tiempos que corren. Hay momentos en los que es demasiado fácil sentirse desbordado ante unos horarios contrarios a nuestras necesidades, un sistema de competición y agresividad depredadora extendido hasta la vida en pareja, unos trabajos en los que o se desgasta al cuerpo en la obra o se lo atrofia en la oficina, unos estímulos mediáticos completamente alejados de los intereses de la especie… en fin, esto es el JCIBu señores.
En estos momentos en los que el substrato psíquico formado a base de los catecismos del JCIBu alimenta la sensación corporal de sentirse abusado transformándola en una neurosis sadomasoquista, la psique es especialmente vulnerable al ataque de la plaga emocional (hablando en los términos del señor Reich) y a sucumbir a la culpabilidad, autocompasión flagelante, etc. Es demasiado fácil continuar en este bucle en el que incluso tus propias estratagemas y argucias para disolverlo, eludirlo, romperlo, girarlo, pisarlo y abstraerlo están tan contaminadas como uno mismo, y por tanto no sólo son inútiles sino que también te hacen perderte aún más en él. Lo que permite la observación es que te facilita identificar pensamientos que desembocan en sentimientos de mansedumbre, amparados en ciertos catecismos. Pero ¿cuales son dichos catecismos sobre los que se asienta la base de la moral judeocristiana? Claramente no sean todos, pero los «Diez Mandamientos» me parecen el mejor ejemplo de catecismos explícitos por los que empezar ¡Esto tiene miga! Seguir leyendo Recetas Mágicas para la mansedumbre
No hay guinda
Durante el proceso de vivir, con el paso de los años, es natural mirar a aquellos animales humanos que poseen algo que dinamiza nuestro aprendizaje particular, individual, único, que nos sugieren cuestiones importantes para cada uno de nosotros. Son nuestros maestros, aquellos cuyo trabajo es válido para el nuestro.
Es normal sentir un sentimiento de admiración transpersonal, de agradecimiento profundo, pero claro, ¿qué hacemos con todo eso? Yo diría que se pueden dar fundamentalmente dos salidas: a) seguir esperando su instrucción, su enseñanza. Podemos quedarnos el resto de nuestra vida esperando la guinda final del pastel; b) o darnos cuenta de que no hay guinda e ir hacia un desarrollo integral de nosotros mismos, un desarrollo que el paso del tiempo nos exige. El tiempo hace que nosotros seamos los siguientes a los que la muerte visite, somos precisamente nosotros los que tenemos que desarrollar lo que el planeta viviente necesita. No hay excusas para no hacerlo, la muerte nos espera.
La metáfora de la guinda se podría transformar con esta sintaxis:
«No hay guinda, pero sí una flor primaveral brotando que eres tú»
«No hay guinda, pero sí un aire fresco renovado que eres tú»
Cualquier sintaxis es válida para desvincularnos de nuestros gurús imaginarios y hacernos responsables de nuestra vida integral, una vida que tiene mucho que decir por sí misma, una gota exclusiva saltando en el agua después de una bella caída.
Dedicado a mi amigo Mateo
JM
Una mirada desde la muerte
¡Qué belleza desprende la vida cuando se la mira desde la muerte!
De vez en cuando, sobre todo en algunos momentos en los que me veo confrontando mi mirar, mi punto de vista, me sorprende el recurso de alejarme de ahí hasta el punto de imaginarme que estoy muerto. A continuación miro lo que sucede delante de mí desde la posición de no presencia y me doy cuenta de que la vida es bonita en mi ausencia, ¡es como es!, Tantra: la vida entretejiéndose delante de la mirada.
Y desde ese «otro» sitio, mirando como sucede la vida, surge un sentido de mí-mismo emergente (1) muy agradable, que me conecta con una sensación de tranquilidad, deshaciendo esa responsabilidad insidiosa que me atrapa en esos momentos de confrontación. Me doy cuenta de la completa irrelevancia de mi comportamiento enredado y me ofrece un acceso ligero al disfrute del momento anterior. Puedo elegir qué tipo de intervención deseo, aquél que me provea un mayor grado de libertad y disfrute.
Abajo dejo una imagen de esta mirada, ¡quizás sea ésta la mirada que necesitamos para no enredarnos en aquello innecesario! ¡Quizás sea la muerte la que guía los primeros alientos de la vida!
(1) Sentido de sí-mismo emergente: término acuñado por Daniel N. Stern que hace referencia al primer «estadio» (de 0 a 2 meses) en el que el bebé se relaciona con el entorno.
Dedicado a mi amigo Mateo que ha fallecido hoy.
JM
Entrevista de JM a RG: ¿Qué hay en la endopsique?
Mujer sentada con la pierna izquierda levantada (1917) Schiele.
¿Qué hay en la psique colectiva cuando una mujer dice que folla todos los días?
En la psique masculina…
- Algunos hombres piensan: “Me la quiero follar».
- Otros hombres piensan: “Ojalá mi mujer dijera eso”.
- Pero todos los hombres, en el fondo, piensan: “Me gusta esta mujer”.
En la psique femenina…
- La mayoría de las mujeres piensan: Puta, guarra, que no se acerque a mi hombre, a la hoguera, bruja, asquerosa, hija de puta, …
- Su inconsciente dice: «ella está haciendo todo lo que quiere hacer y yo no puedo”.
- Siendo una mujer no se puede imaginar otro tipo de reacción, a no ser que quieras mucho a la mujer que ha dicho esas palabras. En ese caso, se aplica la hipócrita bondad judeocristiana o la llamada «compasión»
Egon Schiele,Self Portrait with Physalis, 1912
¿Qué hay en la psique colectiva cuando un hombre dice que folla todos los días?
En la psique femenina…
- Una mujer trabajadora (woking woman) piensan: “Eso es mentira y si es verdad su mujer es una sumisa”.
- Otra mujeres, que mirando hacia abajo y sin hablar, dirían: “A mí me gustaría ser la mujer de este hombre”.
- Habrá mujeres que digan: “Es un obseso sexual, seguro que tiene traumatizada a su mujer”,
- aunque si tiene suerte y se encuentra con una mujer valiente, ésta diría: “Yo también follo con mi hombre todos los días”.
En la psique masculina….
- Si lo recibe un amigo dice: “¡Qué cabrón eres, como me alegro por ti!
- Si es un hombre enemigo piensa: “Está loco, obsesionado con el sexo”.
- Puede haber hombres que hasta le haga gracia, que pensarán qué tipo de pájaros tiene en la cabeza, pero que por simpatía le hará gracia.
RG y JM
Un regalo de la muerte
La muerte, ese brillante aspecto de la vida de autogenerarse y multiplicarse en infinitas formas, es un estado de la misma vida que nos puede aportar mucha información practicable.
Entender la muerte nos lleva a despojarnos de aquellas autoexigencias que nos impiden apreciar la belleza de la vida que acontece delante de nuestras narices. El propio concepto de muerte es un término final, que acaba con lo que estamos viviendo aquí y de este modo. Desde ahí, me nace una cierta sensación de intensidad, al tiempo que una necesidad de estar muy atento para apreciar lo que veo; como dice un principio metafísico (que para nosotros es físico) traído desde Oriente por Sr. Jon Woodroffe: Todo es materia.
Me apoyo con fuerza en este principio que tanto me ha enseñado desde el día que lo leí.
JM.
La autoexigencia trasciende la muerte
Es cierto que la autoexigencia nos hace la puñeta siempre que aparece. ¡Eso no tiene discusión!
Lo que quiero traer aquí es un tipo de autoexigencia especialmente insidiosa que se encarga de hacernos responsables de aquellos proyectos que emprendemos en la vida y que nos trascienden, que va más allá de nuestra existencia en este entorno. Y claro, el resultado, en este caso, es que se nos puede colar cierta responsabilidad autoexigente que nos aprieta donde debería haber vitalidad, alegría y disfrute. Y es más, me atrevería a decir que cuanto «mayor» sea el proyecto, más excusas encontramos para autoexigirnos y dejar nuestra vida de lado.
Parece como que existe algo que nos impide experimentar con mesura lo bello. Lo cierto es que no lo sé, pero desde luego que sí tiene un cierto tufillo a jcibu.
JM
Un éxodo de amor
Si fuera una cantante, me pido a la Buika, toda una Kálika (y encima rima!). Evidentemente, hay varias razones por las que la elijo. Reúne algunas de mis cualidades y le pone voz y música. ¿Qué cualidades? Esa mujer valiente y a la vez vulnerable, fundida con el Duende andaluz, de mi tierra, amante de la sonoridad de las palabras, y de la alquimia de las lenguas y del inglés que siempre me cautivó. La alquimia de la música y las palabras que yo siento fluir en mí.
Hace unos días Kamala me susurró al oído: «en la traducción desarrollas la alquimia de las palabras», muy bajito, casi no la oía, sutil como un suave soplo de brisa de mar. Y sentí un placer sexual, intenso, ese que deben sentir los niños cuando juegan o les cuentas una historia, ese que sienten mis hijas cuando se sumergen en la expresión extática verbal de su yo más profundo, de su esencia. Ese que siento yo cuando traduzco, cuando paseo por la naturaleza, cuando miro las estrellas o sumerjo mis pies en el agua fresca de un río, cuando lloro y suelto mi angustia, cuando comparto el sexo, cuando disfruto con mis alumnos y me lleno de sus miradas……La alquimia de la vida, las emociones, las personas, las palabras, las palabras.
Buika dice: «There’s an exodus of love»(Hay un éxodo de amor), «walk away from the mad man»(aléjate de los locos), «I do not want to follow rules»(No quiero seguir normas),»They keep talking about prophets and losses, but they don’t talk about the love of us»(No paran de hablar de profetas y pérdidas, pero no hablan de nuestro amor),»They say that paradise is a far way land, I was in Holy Ground when you took me in your arms»(Dicen que el paraíso es una tierra muy lejana, yo estuve en tierra sagrada cuando me abrazaste)….
Y la música sigue sellando mi pacto con la vida y la narración. En el día 29 de este ciclo lunar casi monotemático (la brecha o guerra de géneros), se abre la puerta al éxodo de amor. Ya está bien de jodernos la vida, ya lo hemos visto, lo hemos sentido, el dolor del cuento siempre contado, la historia de amor imposible, la angustia asegurada, el desamor temprano, el desamor. Todo es material, la reconciliación de sexos también, todo es material.
En el penúltimo día del ciclo de Kamala, me repito la Norma de la Psique de mi amigo John Lash ( y mía): La belleza de la historia que amas se ajusta y genera el poder para vivirla».En inglés, que me suena genial es: «The beauty of the story you love matches and generates the power to live it»
En la finalización de Kamala, llega el éxodo de amor, el éxodo de los guerreros desafiantes, el éxodo de los hombres y las mujeres en búsqueda de su reconciliación. Una reconciliación que solo puede llegar mediante la acción, las palabras, el erotismo de la unión sexual, el tacto, el cobijo, la violencia sagrada, la verdad, el éxodo de amor.
RG
Tres escenarios, un experimento
Quisiera plantear un escenario experimental que a nadie mate, ni agreda, ni ofenda. Es posible que este experimento pueda hacer saltar de la silla a algún animal humano con necesidades imperiosas de salud sexual, cosa que desafortunadamente es muy abundante en estos momentos de la historia de la humanidad.
Se trata de plantear tres escenarios cuya gestión requiere del uso del baile de la Nous. El planteamiento inicial nace de la premisa (axioma) de que la adicción es una cuestión que nos puede enseñar mucho y no ese concepto que existe en la mente colectiva: algo que provoca la muerte, la marginación social y el desprecio de todo aquel que se vea tristemente empoderado por el cliché social. Seguir leyendo Tres escenarios, un experimento
¡Sin sexo, no se puede dar la reconciliación de los sexos!
Si todo es complementario, …
Lo bueno de seguirle el rastro a las sensaciones es que se aprecian cada día con más claridad. Dentro de la cuestión del sexo, un día me hice estas preguntas:
¿Por qué los hombres sentimos algo parecido a la vergüenza y las mujeres aprecian una cierta repulsión o asco por el Lingam?
¿Ése es realmente nuestros instinto natural?
¿Podemos hacer algo para manejar este término dentro de un contexto sano?
Tres magníficas entrevistas sobre la brecha de género
Hace ya casi dos semanas que estamos experimentando la reconciliación de los sexos, o lo que es lo mismo, la reconciliación de la brecha de género que Sophia produjo durante su caída desde el Pléroma (núcleo galáctico), rasgando la plantilla genómica del Antropos depositada en el espacio exterior.
Durante estos días del mes de Kamala han sucedido muchos acontecimientos, entre ellos la traducción de una serie de entrevistas de Suzane Toro a John Lash. Esta entrada solamente tiene por objetivo apuntar a estas entrevistas por su gran valor o aporte.
Espero que sean de tu agrado y disfrute.
JM











Debe estar conectado para enviar un comentario.