La biología de la trascendencia 1

Lamentablemente, hasta donde yo sé, este libro no está traducido al español. Lo estoy leyendo y sacando apuntes que quiero compartir.

Esta entrada abre una serie en la que iré introduciendo mis apuntes (citas) del libro.

RG en 16 Kamala 2016

Joseph Chilton Pearce

INTRODUCCIÓN

Tenemos en realidad una habilidad integrada para elevarnos por encima de la restricción, la incapacidad o la limitación y, como resultado de esta habilidad, poseemos un espíritu adaptativo vital al que todavía no hemos accedido. Mientras que esta habilidad nos puede conducir a la trascendencia, paradójicamente nos conduce también a la violencia; nuestro deseo de trascendencia surge cuando sentimos este potencial adaptativo y nuestra violencia surge de nuestro fracaso en desarrollarlo.

Esta trinidad de mito, religión y cultura es la causa y la fuente de nuestras proyecciones…La cultura es el entorno mental al que nos adaptamos… La naturaleza o carácter de una cultura está tintada por los mitos y las religiones que surgen dentro de ella.

La ciencia supuestamente ha suplantado a la religión, pero simplemente se ha convertido en nuestra nueva forma religiosa e incluso un apoyo cultural más poderoso..

Este libro explora cómo surge la violencia cuando fracasamos en trascender, y cómo nuestra trascendencia se ve bloqueada por nuestra violencia; cómo sucede que esa cultura es un atolladero circular… El hecho de que la cultura nos moldea nos dificulta ver que es la cultura lo que tenemos que trascender… De ahí la paradoja que solo perdiendo nuestra vida es como la encontramos.

Una nueva generación de biólogos y neurocientíficos han revelado por qué nos comportamos de una forma tan paradójica que continuamente decimos una cosa, sentimos otra y actuamos a partir de un impulso diferente a ambas.

Un gran pista de nuestro conflicto es el descubrimiento que han hecho estos científicos de que tenemos cinco estructuras neuronales diferentes o cerebros dentro de nosotros. Estos cinco sistemas, cuatro de ellos localizados en nuestra cabeza, representan toda la evolución de la vida que nos precede: reptiliano, mamíferos y humano.

El quinto cerebro de nuestro sistema no está en nuestra cabeza sino en nuestro corazón.

La inteligencia de nuestro corazón y el intelecto de nuestra cabeza deberían funcionar como una dinámica interdependiente.

El meollo de nuestra continua crisis depende del fracaso en desarrollar y utilizar el cuarto y más nuevo cerebro de nuestra cabeza y sus interacciones dinámicas con el cerebro de nuestro corazón.

La inteligencia, independientemente de cómo esté innata o genéticamente codificada, puede desarrollarse dentro de nosotros solo cuando se nos ofrece un modelo real para esa inteligencia.

Nuestro cuarto cerebro es la forma mediante la cual la inteligencia de nuestro corazón guía a nuestro intelecto de nuestra cabeza desde sus antiguas estrategias de supervivencia a una nueva y mayor forma de inteligencia.

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