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Las estrellas curan la guerra de sexos en Kamala

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“y volaremos alto donde las nubes van despacio,
despacio va mi boca sobre tu cuerpo,
tan lento que quizás se pare el tiempo”

No habrá nadie en el mundo. Concha Buika

Hoy he traducido, he sentido el placer que me aporta la reconexión con la sabiduría del planeta, a través de esas cosas que cuenta el amigo John Lash y que yo cada vez estoy más convencida de que yo también las siento y las he sentido toda mi vida.

Y la reconexión ¿con qué? Bien, hoy he estado reconectándome con la “pareja sagrada”, con los orígenes de nuestra especie y con la verdadera naturaleza del hombre y la mujer. John habla de muchas cuestiones interesantes en esta entrevista con Suzanne Toro. El tema fundamental de la entrevista tiene que ver con la curación de la Brecha de Géneros, esa guerra asquerosamente dolorosa que vivimos los hombres y las mujeres de este planeta y que rompe completamente el vínculo de placer que nos une y que, dado el caso de restaurarlo, arrasaría con muchos de los problemas que sufrimos día a día en lo más profundo de nuestra existencia.

John habla de una de las dolencias fundamentales de las relaciones entre hombres y mujeres de hoy en día y es la codependencia. Le pedimos al otro que satisfaga nuestras necesidades y eso es tremendamente enfermo (!además de extenuante!). En realidad, hay una única necesidad que existe entre un hombre y una mujer (dice John, y yo también), UNA SOLA NECESIDAD que compartimos y deberíamos buscar en el otro, una sola: la necesidad del tacto.
“Tocar” (touch en inglés, que a mí personalmente me suena muy bien,!me encanta el inglés!).
Sin embargo hay una palabra que prefiero a “tocar” en español y es caricia. Empecemos por la etimología de la palabra “caricia”.
Es interesante señalar que “caricia” viene de la raiz indoeuropea ka- (“desear”). ¿Y si miramos la etimología de desear?

Todo esto parece apuntar a que, si queremos resolver la guerra de sexos, tenemos que mirar al cielo. ¿Y qué pasa cuando miramos al cielo? Bien, suceden muchas cosas, obviamente pero, yendo al grano, cuando miras el cielo, honras el vínculo sagrado con el cosmos, dejas a un lado tus preocupaciones narcisistas y abres el camino a una visión transpersonal de tu existencia. De manera más específica y en relación con el tema que nos ocupa, la guerra de sexos y la curación de la brecha entre hombres y mujeres, cuando miras al cielo te despojas de los condicionamientos sociales, culturales impuestos a tu rol de hombre o mujer y dejas entrar al tercer elemento de la relación entre los sexos. La relación entre el hombre y la mujer se convierte en un trío. Y ese tercer elemento transpersonal que nosotros llamamos “el nos” actúa como principio curativo, como mediador de conflictos.

Ni el hombre ni la mujer son el santuario,
no hay ritos orquestados y ninguno de ambos han de ser tomados por divinos,
al menos no del modo en que mi instinto destella, donde se hacen las plegarias sexuales
es en el mismo acto y quien se atreve a tan
divina y rara fusión, al instante se renueva.

Sierra de Líbar. John Lamb Lash (traducido por Rocío Gómez)

RG

arbol-cosmico

Como es adentro es fuera, ¡O no!

Formulando de otro modo la conocida frase «Como es adentro es fuera» (que aparece  en Kybalión, un tratado esotérico cuya fuente se asocia a Hermes Trismegisto), hace que se mueva algo distinto dentro de mí. Si la miramos al revés, «Como es fuera es adentro», parece que tiene cierta dinámica interesante.

Por ejemplo, en el reconocimiento de todo lo que hace nuestra pareja (hablo en primera persona), desde fuera se ve un acto verdadero de amor a la vida. Ella demuestra continuamente, día a día, el amor que tiene a lo vivo, a su vida, a sus crías, a su entorno más próximo. Estos hechos, que demuestra cada día (fuera), me llevan a conocer lo que lleva en su interior (adentro). Seguir leyendo Como es adentro es fuera, ¡O no!

La reconciliación de los sexos

Sophia, durante su caída desde el Pléroma (nuestro núcleo galáctico), rasgó la plantilla genómica del Antropos depositada en la Nebulosa de Orión (M42). Este acontecimiento produjo la separación de los sexos, conocida en muchas culturas ancestrales.

El Mito de Gaia explica que, antes de nuestra aparición en la Tierra, ya existía el proyecto de nuestra humanidad en el patrón del Antropos como

«un enorme campo de humedad parecido a una tela de araña. Rocío plasmático saturado de humedad dónde está depositado el plasma genómico. Algunas partes del plasma en la Nebulosa de Orión están íntegras y otran estás rasgadas. Podéis imaginarlo como un trozo de muselina o un delicado chal de seda. Imaginaros que esa muselina, o ese chal, extendidos por encima de un árbol sin hojas, pero hay lugares donde la muselina se ha rasgado por los extremos y cuelga del árbol…»(1)

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M42, la Nebulosa de Orión

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Una hora tiene 3.600.000 milisegundos

Lo cierto es que el tiempo medido en segundos me deja un poco fuera de juego. Pensando un poco…, ¿cuántas emociones, sensaciones o  imágenes pueden pasar por el cuerpo de un animal humano sano en un segundo? ¿Cómo se puede medir el instante en el que ocurre una sensación? Pues no creo que sea una cuestión sencilla de investigar, pero desde el día en que pensé en milisegundos la cosa parecía estar más clara.

Observé que 15 minutos son casi un millón de milisegundos. ¡Un millón de milisegundos esperando ser testigos de una imagen, de una caricia, de una sensación cargada de presente, pasado e incluso, bien afinada, de futuro!

JM

La Nous es un baile

La Nous o inteligencia divina (la única que existe y que nosotros «leemos»), desde el punto de vista gnóstico, es una combinación, permutación o mezcla de varias partes, la alquimia de esas partes:

  • la Dianoia: la razón.
  • la Metanoia: la capacidad de pensar (o de ir) más allá de nuestra infraestructura convencional de percepción o de creencias.
  • la Epinoia: la verdadera imaginación, sostenida y equilibrada por el resto de las demás partes. Así, la epinoia también equilibra al resto.
  • la Ennoia: la intencionalidad, la lente del propósito abierto o, como últimamente me gusta pensarla, el Intento.

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Epinoia versus phantasia

No a Su Imagen

Del capítulo 22, Imaginación divina:

Los gnósticos enseñaron que el núcleo del potencial humano es nuestra facultad de la imaginación, que ellos llamaban epinoia para distinguirla de la phantasia, la simulación de la mentalidad arcóntica. La diferencia entre estos términos es esencial para el modo en que reafirmemos y cultivemos nuestros poderes ecognósticos. Los maestros iluminados de los Misterios se dieron cuenta de que la humanidad está divinamente provista de poderes biopsíquicos, un conjunto de herramientas de facultades ecognósticas, si se prefiere. Tenían una idea precisa de estas facultades, dónde se originan en el reino divino sobrehumano y cómo son “instaladas” en el organismo humano. Coherentes con su visión de la existencia preterrestre de la especie humana, el Antropos, ellos imaginaron un conjunto de facultades ecognósticas implantadas en el complejo de la espora antrópica –el genoma humano, si se prefiere–. Concebían este conjunto como fundamentado en una única facultad base que adopta tres permutaciones.

La nous, “la inteligencia divina”, es la facultad base. Se origina en el Pléroma, la Naturaleza Divina. La inteligencia divina es no nacida, no creada, conocedora de Buddha. La Gnosis es el conocimiento directo, intuitivo, de lo que los dioses saben. Podemos tener Gnosis porque tenemos la nous para conocer. Nuestra capacidad para conocer lo Divino está dada por lo Divino, de la fuente primaria de donde surge. Nuestra capacidad para la originalidad, que es inherente a la nous, viene directamente del Originador, el fundamento supremo de los Aeones plerómicos. Los gnósticos llamaban a este factor autogenes, “autogeneración”. Esto es similar a la autopoiesis, “autoorganización”, que ahora se acepta en la teoría de la complejidad y se sabe que está presente en todos los fenómenos del ecosistema de la Tierra. El autogenes implica una propiedad autodirectiva o teleológica de autoorganización, un punto polémico de debate candente en la teoría de Gaia.

Sombreado añadido por JM.

Dos historias y una herejía

«Ialdabaoth (el Demiurgo) eligió a un cierto hombre llamado Abraham entre todas las naciones e hizo un pacto con él: si su semilla continuaba sirviéndole, los Arcontes le entregarían la tierra como herencia. Después, por medio de Moises, Ialdabaoth sacó de Egipto a los descendientes de Abraham y les dio la ley y los hizo judíos».

Ireneo en Contra las herejías
Libro I,  capítulo 30,  sección 10


«La belleza de la historia que amas se ajusta y genera el poder para vivirla»

La Norma de la Psique, Tantra gaiano
9 de octubre de 2015


Aunque la interpretación etimológica de herejía, empleada en el enlace anterior, no es muy afortunada, sí se puede ver que viene del griego hairein (escoger) y del sufijo -ia (acción), esto es, la acción de escoger, de elegir, de ejercer la soberanía de ser uno mismo en las circunstancias que se te presenten, libremente, sin imposiciones absurdas.

Queda claro que somos herejes y que elegimos vivir en el segundo escenario, donde  nuestra imaginación cree «la belleza de la historia» que amamos.

RJ y JM

Epinoia: la verdadera imaginación

En todas tus operaciones permite que tu Trabajo sea guiado por la naturaleza, según la lenta progresión de los metales en las entrañas de la Tierra. Y en tus esfuerzos déjate guiar en todos los caminos por la verdadera y no por la fantástica imaginación.

Regla alquímica
Principio maestro de la Gran Obra

Para ejemplificar la diferencia entre la verdadera imaginación (epinoia) y la fantástica imaginación, dejo abajo la traducción comentada y puesta en contexto (que JLL hace en su ensayo La intercesión chrística) de unos párrafos sobre el origen del mundo escritos en Contra las herejías por Ireneo de Lyon, un personaje que propagó y fundamentó la ideología salvacionista.

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Cantando al animal humano

El animal humano atraviesa por un momento difícil en la historia de su identidad. Es bastante común echar una mirada tanto a nuestros familiares y amigos como a nosotros mismos y, contemplar en muchas ocasiones una gran disonancia entre los deseos y necesidades personales reales, nacidas de la fascinación inocente más íntima, y los deberes y obligaciones institucionales camuflados de las más altas aspiraciones. Seguir leyendo Cantando al animal humano

La plaga emocional

¿Y qué decir de la plaga emocional? Pues es el capítulo 12 del libro Análisis del carácter de Wilhelm Reich.

Wilhelm Reich fue médico, miembro de la Asociación Psicoanalítica, estudiante de neuropsiquiatría, asistente en el Policlínico vienés dirigido por Freud y un psicoanalista que se alejó de la burguesía para trabajar con las clases obreras.

Reich y Neill
Wilhelm Reich (izqda) con su amigo A. S. Neill

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Un nivel moral más alto

Poco a poco se va aclarando el escenario títere que nos plantea esta novela basura que se podría llamar abrahamismo: el escenario absurdo de tres de las religiones más importantes del planeta (jci). Y si a esta estafa manifiesta le añadimos la farsa que el Budismo desempeña con la «otra opción», nos encontramos con el término jcibu, o también dicho jcibuuuuuuuu, que descarga un montón. Es como un rito mágico donde aglutinas mucha mierda y te ríes de ella. Seguir leyendo Un nivel moral más alto