Archivo de la etiqueta: Violencia

La fuerza gnóstica

Hace un año, durante este mismo turno de KaliMa, escribí esto:

“En el siglo XXI, existe una tribu dispersa por todo el planeta, una tribu descendiente de aquellos gnósticos que murieron en el pasado remoto en manos del nuevo orden mundial decretado por el surgimiento del cristianismo. Es una tribu que se reconoce y se busca, que desea encontrarse para recordar la historia que ama. Visionarios con poderes asombrosos, capaces de hacer frente a los psicópatas que siempre han intentado extinguirlos en el pasado y en el presente”.

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Simplemente se llama patriarcado

¿Y si no existiera el machismo? ¿Y si fuera un gran montaje para enfrentarnos? Si estas dos preguntas tuvieran sentido habría que plantearse los orígenes del feminismo y sus consecuencias. ¿Y si el feminismo fuera otro invento para separarnos? ¿A caso no somos capaces, a nivel personal, de apañárnoslas con un hombre o con una mujer tranquilamente desde la coherencia? ¿Nos hace falta todo ese ruido para guiarnos en lo que somos, en nuestra sexualidad?

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Dibujo de Trudy Good

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Error cósmico

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Capítulo 12: El dios loco

Dios existe, pero está loco. Y va en contra de la humanidad. Éste es el alarmante mensaje que lleva la visión sofiánica de los Misterios. Los gnósticos advertían de que coexistimos en un sistema planetario con una entidad demente que puede acceder a nuestro mundo a través de nuestras mentes. El “hijo” de Sophia es un hijo cuanto menos problemático. Los problemas que el Demiurgo plantea a la humanidad apenas han empezado a conocerse.

¿Por qué estoy en guerra?

Colaboración de JAO

Creo que no es tan sencillo como parece poder vivir la vida en términos de transparencia y honestidad respecto a uno mismo y, claro está, hacia los demás.

Este fin de semana lo he pasado con otros que están en guerra como yo, hemos hablado mucho y a mí se me ha aclarado mucho la cabeza y el cuerpo. Sí, lo he dicho bien, el cuerpo. Sí, el dolor que producidos por los pensamientos desviados hace que el cuerpo se ponga rígido y enferme.

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Las sociedades gilánicas

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Capítulo 3: La conquista de Europa

La virulenta deformación apocalíptica inherente al Cristianismo provenía del extremismo judío, especialmente de una secta, los zaddikim del Mar Muerto (descritos completamente en el capítulo 4). El elemento apocalíptico fue particularmente letal para la vida del alma europea porque el castigo divino es una propuesta supramundana solo masculina, completamente ajena a las culturas enraizadas en la religión telúrica de la Gran Diosa. El dios padre la efectúa a través de sus virtuosos guerreros, los soldados de su “ejercito de salvación”. Para que surja tal visión de violencia divina y sea representada en cualquier cultura, debe haber una escisión radical de género, pero la salud y equilibrio de las sociedades indígenas europeas dependía de la armonía de género. El apocalipsis no es una catástrofe natural, sino un acto sobrenatural en que el Dios Padre reivindica el poder supremo y la Madre Naturaleza no juega ningún papel. En otras palabras, el juicio apocalíptico es un mito exclusivamente patriarcal. Como tal, hubiera sido ajeno e intimidador para las gentes nativas que vivían en una cultura matriarcal y en sociedades equilibradas en cuestión de género. Seguir leyendo Las sociedades gilánicas

El zodiaco de Dendera

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Capítulo 10: La Diosa caída

Justo al otro lado del río están las ruinas de un monasterio copto primitivo: Tabennisi. Cuando los códices fueron ocultados en una cueva alrededor del 345 d. C., el fundador del monasterio, el monje cenobítico Pacomio, acababa de morir. Una generación después, el monasterio pasó a ser controlado por Shenoute de Atripe (348-466), la figura principal de la Iglesia coptocristiana y un próximo aliado de Cirilo de Alejandría, el hombre que probablemente orquestara el asesinato de Hypatia. Para su consternación, Shenoute descubrió que un pequeño remanente de los gnósticos perseguidos se habían refugiado en el templo de Hathor. Escribió a Cirilo que los herejes poseían “libros llenos de abominaciones” que sin duda debían ser destruidos. Shenoute conminó a los gnósticos a renunciar a sus pervertidas creencias y aceptar a Cirilo como su maestro espiritual. Al resistirse los herejes, Shenoute les advirtió en términos bastante directos: “Os haré conocer al arzobispo Cirilo o la espada limpiará a la mayoría de vosotros, y además aquellos que quedéis libres iréis al exilio”. Si alguien se pregunta qué ocurrió con los miles de maestros y estudiantes de las Escuelas de Misterios de la antigüedad, aquí está la respuesta en una línea. Cirilo respondió con un claro apoyo al imperativo genocida, dando énfasis a cómo esto demuestra la eficacia de la Única Fe Verdadera: Seguir leyendo El zodiaco de Dendera

Dignidad herida

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Capítulo 19: Un mensaje único de amor

Los seres humanos tienen un profundo y firme sentido intuitivo que nos dice que el amor no puede ser la base de la moralidad, aunque es el factor central e impulsor de nuestra capacidad total para la expresión moral (es decir, consciente, responsable). La base de la moralidad es nuestro sentido a favor de la vida, nuestra devoción a la fuerza de la vida (1). Esto es lo que nos permite –de hecho, nos inspira– aceptar y seguir la fuerza espontánea del amor sin tener que forzarlo o mandarlo. La misma intuición nos proporciona la confianza para aprender a amar mientras se desarrolla la experiencia y para aprender mediante el amor a cómo enfrentarnos a las situaciones donde no se aplica el amor. Pero ese valioso conocimiento intuitivo es vulnerable a influencias externas, especialmente al dominio de la religión. El sentido a favor de la vida fue arrebatado a los europeos por el impacto brutal del condicionamiento salvacionista y ésa es la razón por la que se comportaron de aquel modo cuando encontraron su reflejo distante en las tribus indígenas de las Américas. Los europeos envidiaron lo que vieron y destruyeron lo que no podían tener de verdad, es decir, lo que no podían reclamar como parte de sí mismos, sino solamente poseer, robar y saquear. Con su conversión a la ética del redentor, el mundo entero fue desheredado de un legado de conocimiento espiritual basado en la tierra tan rico y tan vasto que quizás nunca podamos comprender lo que se perdió cuando los Misterios fueron destruidos. Seguir leyendo Dignidad herida

Levítico 15: 19-33

Levitando en la inmundicia

Unknown

Le tenía ganas a esta entrada, he de reconocerlo. Me siento como esta margarita después de leer esto.

Esta información está sacada de la Wikipedia:

El libro se denomina Levítico porque se trata, en esencia, de un manual religioso para uso de los levitas, sacerdotes encargados del culto, escogidos de entre los miembros de la tribu de Leví.

La temática principal es la de reafirmar la pureza y la santidad del pueblo de Israel, en el cual Yahvé ha puesto su predilección.

Investigando a los levitas me encuentro con esto:

«He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas.» (Números 3:12).
«Porque enteramente me son dedicados a mí los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo primer nacido, los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel.» (Números 8:16).19 

Y retomo mi tema principal, el Levítico o Levitando en la inmundicia. Bien, para añadir algo de producción propia (no todo va a ser citar a los demás, una tiene su creatividad) he de decir que si el Levítico es un manual para el uso de los «escogidos» entre los miembros de la tribu, me huele a chamusquina, pero de la gorda. Me decís que las Escrituras Sagradas son de los libros más importantes de una cultura y resulta que la Biblia, el libro más importante de «mi» cultura dice lo siguiente (entre otras muchas cosas):

19 «Cuando una mujer tenga flujo, si el flujo en su cuerpo es sangre, ella permanecerá en su impureza menstrual por siete días; y cualquiera que la toque quedará inmundo hasta el atardecer.

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Dividir y convertir

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Capítulo 7: El alijo egipcio

El guión directivo del salvacionismo es el Nuevo Testamento, que incluye los Hechos y las Cartas de Pablo. En su desconcertante combinación de narrativa de cuento de hadas y retórica altamente teológica, el Nuevo Testamento formula y confirma la complicidad de la víctima y el agresor, ejemplificada por las tribulaciones de los judíos en el Antiguo Testamento. La complicidad implica un tipo de contrato en el pecado, con ambas partes quedándose cortas con respecto a las exigencias de Dios. Los agresores que causan daño a otros son obviamente pecadores, pero también lo son la gente a quien ellos lastiman, quienes bien pueden creer que están siendo castigados justamente por un poder mayor. El perjuicio a las víctimas se debe al mal que han hecho a los ojos de Dios. Para empeorar las cosas, la sintaxis retorcida del vínculo víctima-agresor consiente la dominación, la violencia, la agresión y el asesinato como expresiones de castigo divino. Aquellos que proclaman la voluntad de Dios de maneras violentas son tan justos como aquellos que sufren la violencia porque el vínculo prescribe y legitima ambos papeles. Un acuerdo que santifica la violencia y garantiza la virtuosa absolución de sus víctimas es difícil de superar. La tentación de las víctimas de convertirse en verdugos está siempre presente, aunque no todas las víctimas sucumben a ello. Aquellos que lo hacen se convierten en los líderes del juego de dominación. Seguir leyendo Dividir y convertir

Deuteronomio, 12:2-3

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Del capítulo 17, El final del patriarcado:

«Destruiréis enteramente todos los lugares donde los pueblos que vosotros poseeréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos y sobre las colinas y bajo todo árbol verde. Y derribaréis sus altares y quebraréis sus imágenes y quemaréis sus ídolos con fuego y destruiréis las esculturas de sus dioses y extirparéis el nombre de ellos de aquel lugar». (Deuteronomio, 12:2-3)